Capítulo 22
El ruido de la puerta
abriéndose se escuchó y poco tiempo pasó para que Jason sintiera un par de
delicados y tibios brazos jóvenes rodeando su cuerpo.
— Oh dios ¿estás bien? Madrina ¿seguro lo han
tratado bien?— pasando sus manos blancas y perfectas por el pecho del castaño
como si buscase heridas invisibles al tiempo que tocaba sus músculos aún
fuertes, o al menos lo mejor que podían, los días sin movimiento estaban
pasándole ya factura— Parece que está bien— sonrió volteando a ver a su
madrina, sonriéndole como la niña que mira a sus padres después de abrir su
regalo de cumpleaños— Gracias, gracias madrina— levantándose y abrazándola con
fuerza, la mujer parecía en extremo complacida y sólo sonrió acariciándole el
cabello, Jidael debía tener unos veintiún años, pero aquella mujer, seguramente
aún en la treintena, la trataba como a una chiquilla de cinco.
— Ya no tienes que estar
triste ¿ves? te dije que lo estaba cuidando bien, ahora te voy a dejar para que
juegues con él— la chica sonrió sonrojándose fuertemente y Jason tuvo un mal
presentimiento.
¿Qué diablos estaban
tramando? Pronto sólo estaban él y aquella muchacha en la habitación.
—Descuide, Jason— Esto se va a sentir muy
bien— sonrió la joven sacando un frasquito de sus ropa, poniéndolo frente a la
nariz del moreno, espero a que Jason no pudiese aguantar más la respiración, la
mitad del contenido del frasco se había evaporado para cuando él aspiró, pero
de inmediato se sintió mareado, jadeante después, frente a él la joven comenzó
a desvestirse “tímidamente” y Jason maldijo para sus adentros pues notó el
brillo de una cámara de video en la distancia. Después, casi todo desapareció
de su mente.
Al día siguiente un paquete era entregado a
cierto joven y preocupado rubio en la mansión Lakis, en él, el vídeo de Jason
“haciendo el amor” con su nueva amante, acompañado de una carta de despedida.
Basil recibió el paquete y leyendo la carta desechó la idea de que fuese real
incluso antes de poder considerarlo, no era una carta hecha a mano, era una
impresión, aun así al poner el video le temblaban las manos ¿qué demonios
podrían haberle enviado?
El DVD puesto en el
portátil comenzó a reproducir de forma automática y Basil supo que había tenido
razón en temer, era un video casero sin mucha calidad pero no era necesaria, podía
ver claramente a Jason joder con una mujer a la que no podía verle el rostro,
de hecho aparte del rostro de Lakis y la obscena imagen de su miembro hundiéndose
en la mujer no se veía mucho más.
En la habitación el ruido
del vídeo desaparecía para Basil, por su cabeza solo la expresión de placer de
Jason se paseaba una y otra vez, los gemidos, la joven era una experta, Jason
no tenía que decirle cómo le gustaba para que la chica se moviera sobre el
sacándole gemidos de placer…
Basil casi sintió un
ataque de histeria sobrevenirle, había sido un idiota al preocuparse tanto al
pensar que podría estar en peligro, tuvo el impulso de lanzar lejos el portátil,
podría habérselo dicho de frente, no es como si tuviese una obligación con él.
Sólo de pensar eso se quedó estático, volvió a tomar la carta que venía con el
vídeo y aunque las palabras eran frías y sin mucho detalle, aquella no era la
forma de expresare de Jason, la releyó y notó algo extraño.
“Lo supe después de la boda, que no eras lo
que quería en mi vida”
¿De qué diablos venía
aquello? Ellos se estaban casando por Andreas y sin embargo no mencionaba al
niño en ninguna parte. Volvió la vista a la grabación que aún se proyectaba en
la pantalla y observó intentando que los celos no le cegaran… se levantó
lentamente y yendo a un mueble que mantenía con llave en la habitación sacó un
disco poniéndolo en el reproductor externo del portátil, viendo su contenido
puso una ventana de vídeo contra la otra otra; el disco que había sacado era
uno de los tantos que Jason había tomado para él.
La diferencia era tan
clara… el vídeo que Jason había tomado estaba editado de diferentes tomas— se sonrojó
solo de tener que volver a ver aquello, Jason se veía sonriente y complacido,
apasionado y arrebatador. ¿Cómo diablos no se había dado cuenta nada más verlo?
Observó con atención el que le habían enviado, todo estaba tomado desde un solo
ángulo, el rostro de Jason poco decía, estaba desfigurado por el placer y algo
diferente… como si estuviese luchando….
El vídeo terminó y Basil
volvió a ponerlo, intentando que la ira no fuese apoderándose poco a poco de
él. Cada vez que lo veía estaba más seguro, aquel no era el Jason de siempre,
el vídeo estaba editado entre acercamientos a su rostro y al lugar en el que
sus cuerpos se unían, aguantó los celos y pudo notar algo, apenas en una
milésima de segundo podía verse, las manos atadas del castaño….
Un remolino de emociones
le inundó, por un lado ahora estaba seguro de que Jason estaba vivo… estaba
bien… pero ¿en dónde? La angustia, la frustración y los celos se arremolinaron
en su interior.
—Jason… — susurró sin
saber que en el estudio en la planta baja Andreas observaba la habitación sin
entender por qué su nuevo padre había desaparecido tan de repente, a veces se
olvidaba del asunto y en ocasiones como aquellas le angustiaba profundamente,
toqueteando y tonteando fue a dar con el interruptor bajo el minibar de Jason… al
instante el librero se movió dejando paso a lo que parecía una puerta blindada.
Sus ojos muy abiertos
miraron curiosos y unas luces rojas le escanearon sin que él comprendiese que
eran.
“Reconocimiento completo.
Sujeto: Andreas Lakis-Denakis”
La puerta se abrió y
observó lo que estaba frente a él, máquinas y paneles que no entendía, una
pantalla enorme rodeaba la pequeña cabina o al menos a Andreas eso le parecía,
una cabina. No había otra cosa con la que pudiese compararlo.
“Identifíquese”
Andreas dudó un poco,
entrecerrando sus ojos vio sospechosamente la puerta, la voz volvió a decir.
“Identifíquese”
Andreas apretó los labios
y finalmente se decidió a contestar.
—Andreas Denakis —dijo al
fin, no acostumbrado a usar su nuevo apellido.
“Procesando
reconocimiento de voz… reconocimiento de voz completado”
En la pantalla la palabra
Jason flotaba de un lado a otro, de repente aparecieron muchos datos en ella,
no podía leer todo lo que decía, ya iba muy rápido.
—¿Pero qué es esto? Jason
desaparece dejándome abandonada y ¿qué es lo que envía después? a su pequeño
hijo, niño ¿tu padre sabe que estas aquí?—Andreas se sorprendió, era la máquina
la que le hablaba.
—no lo crreo— contestó Andreas
conmocionado— es incrrreíble, puedes hablar…— sentándose donde normalmente lo
hacía Jason.
—No subestimes mi
procesador pequeño, pero no te pongas cómodo, tu padre no estará contento de
que estés aquí sin su conocimiento.
—Mi padre está desaparecido—
dijo simplemente.
—¿Desaparecido? Tal vez
para ti pequeño, pero no para mí—Andreas parpadeó un par de veces.
—¿Puedes
localizarlo?—algo incrédulo y la computadora le mostró un enorme mapa de la
ciudad a todo lo ancho de la pantalla.
—Según mis datos ha
estado en el mismo lugar desde hace bastante tiempo ¿cómo es que no lo
encuentran? Yo podría hacerlo aunque aún trabajara con tubos de vacío.
—Lo secuestraron, eso
escuché decir a los empleados.
—Eso explica por qué no
me ha activado en tanto tiempo.
—¿Podría mostrarle este
mapa a mi papi?— la máquina comenzó a imprimir el mapa.
—Si tú lo pides, entonces
puedo autorizarlo.
El niño salió corriendo
con el mapa, tras él aquel lugar volvió a cerrarse y en su prisa chocó contra
el que le habían dicho era algo así como su tío abuelo, aunque parecía muy
joven para ser un abuelo. El hombre le sonrió.
— Ten cuidado Andreas—
viendo que llevaba un papel en las manos— ¿dónde ibas con tanta prisa? ¿Que
llevas ahí?— el niño le sonrió cual mil soles, con la misma emoción que antes
podía verse en Basil.
—Ya sé dónde está mi papá—
mostrándole el mapa en el que su tío pudo ver el emblema y código de barras de Lakis
Corp. que su sobrino usaba en todos sus documentos.
—¿De…de dónde sacaste
esto? — Andreas le explicó y su tío supo que su sobrino tenía más confianza en
su pequeño hijo que en el resto de ellos, ya había registrado al pequeño en su
base de datos, alguna vez él había figurado entre las personas con acceso a la
información más importante, pero por su seguridad Jason había preferido
mantenerlo al margen desde hacía algunos años.
Lo siguiente que se supo
en la mansión es que había un objetivo en común, recuperar a Jason Lakis.
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