lunes, 26 de septiembre de 2016

Por él - Capítulo 10


Capítulo 10
─Denakis… Denakis…- Basil abrió los ojos con pesadez. ¿Había sido un sueño? No… no podía ser, sentía el cuerpo cansado, satisfecho y una sensación extraña en su trasero. Se talló los ojos y se sobresaltó al ver a Jason perfectamente vestido y arreglado frente a él. Estaban en su habitación- ¡Ja…Jason!- éste solo sonrió con arrogancia al ver su reacción.

─No necesitas decir mi nombre con tanta euforia cuando no estoy dentro de ti Denakis…- Basil se sonrojó y le tiró una almohada a la cara, increíblemente Jason no pareció molestarse ante el acto- Ve a darte un baño y vístete… has dormido toda la mañana, voy a llevarlos a comprar ropa.

─Jason, en serio… no es necesario- si antes de lo que había pasado no quería, ahora lo deseaba menos, lo que menos quería era que Jason creyera que… en fin… tenía esperanzas… nuevamente tenía esperanzas de lograr algo con él… no quería que pensara que todo se basaba en el dinero, suficiente con que lo tuviese ahí amenazándolo con Andreas…

Jason levantó una ceja y se acercó a él, semi-acorralándolo contra el colchón. La debilidad de Basil salió a flote nuevamente pues sentía estremecerse solo con tenerlo parcialmente sobre su cuerpo.

─ ¿Qué pasa, cachorro? ¿no quieres estar en deuda conmigo? Siempre puedes pagarme todo cuanto quieras por las noches- pasando sus manos por su cuerpo por encima de las sábanas antes de levantarse con una sonrisa triunfal al ver el rostro “enfadado” y sonrojado de Basil- Deja de hacer berrietas y obedece a tu amo, cachorro. Andreas ya nos está esperando- y dicho y hecho, salió de la habitación dejando a un Basil excitado en la cama, no se quería levantar, pero de repente la actitud arrogante de Jason no le molestaba. Era como si de repente fuese… más cálido… aunque eso era definitivamente imposible.

─¡Ah!- se estiró, sentía una molestia exquisita en todo el cuerpo, como un confortable cansancio- Bien, a bañarse- se levantó para ir a la ducha e intentar después encontrar algo decente que ponerse o Jason lo asesinaría, eso era seguro. Media hora después bajó, viendo que Jason jugaba ajedrez en plena sala con su hijo o le enseñaba a jugar, para ser más precisos, parecía que Jason no perdía tiempo entre el dicho y  hecho- Ya vine- parándose junto a Andreas viendo cómo iban, apenas y habían movido un par de piezas.

─Papá estaba enseñándome cómo mover las piezas- a Basil se le erizó la piel al escucharlo, ¿papá? Apenas llevaban ahí una semana y media y… ¿y Andreas ya le llamaba de aquella forma?- Creo que lo entiendo, también reconozco las piezas…-trabándose un poco al decir la “r”- Pero me cuesta mucho seguirle el ritmo…- se quejó suspirando, poniendo aquel rostro serio marca registrada “Jason’s face”

─Jason... no estarás haciéndoselo más difícil de lo que se debe ¿verdad?- suspiró y Jason le vio levantando una ceja.

─ ¿Por qué habría de no hacerlo? Si se lo pongo fácil no tendrá ninguna gracia- y Andreas levantó el rostro sonriendo.

─Eso es cierto- y Basil se sintió desolado al ver que podían entenderse tan bien, había que admitirlo Andreas tenía mucho más en común con Jason que con él, además sonreía mucho más desde que estaban ahí, o mejor dicho sonreía con alguien más aparte de él.

─Podemos dejarlo para más tarde, ya que tu papi está aquí, podemos salir- Andreas asintió y se paró tomando la mano de su papi sonriéndole, le gustaba su nuevo papá, pero jamás lo amaría tanto como amaba a su papi.

─Vamos papi- lo jaló hasta la entrada- Hoy jugaras conmigo ¿veda papi?- Basil sintió una punzada de culpa, últimamente apenas y jugaba con su niño, pasaba mucho tiempo con él pero sinceramente lo había descuidado un poco, era como estar y no estar al mismo tiempo.

─Por supuesto peque, hace mucho que no jugamos ¿no? Hoy vamos a jugar hasta que no puedas más- y Jason tras ellos sintió curiosidad, ¿qué era lo que Basil jugaba con Andreas? Ellos dos definitivamente tenían su propio mundo, tenían costumbres y tradiciones que sólo ellos conocían, sintió una punzada de envidia… de celos.



Lo primero que hicieron fue entrar a una tienda de ropa infantil, Andreas parecía algo cohibido y sólo aceptó todo cuanto le daban, de vez en vez miraba a su papi como preguntándole que debía hacer y cuando este asentía solo seguía aceptando cuanto le facilitaban y es que en verdad Jason parecía que quisiera comprarle ropa para los próximos diez años, Basil pensó que era exactamente como un padre primerizo, él había hecho algo parecido cuando Andreas era un bebé… aunque obviamente él no había tenido tanto dinero.

Pasaron los minutos y dos horas después lograron salir de la tienda con más bolsas de las que Basil podía llevar en sus manos, por suerte Jason solucionó todo simplemente pidiendo que le enviaran todo a la mansión, fue en ese momento en donde las cosas se pusieron… extrañas… y es que entraron a una boutique para caballeros, Basil estaba renuente pero Jason no parecía querer darle demasiadas opciones, le seleccionaron algunas prendas y Basil pensó que jamás en su vida se había sentido tan analizado .Sentados en un cómodo sillón, ambos, hijo y padre lo observaban cada que salía de los vestidores con una prenda diferente.

─No me gusta nada de eso, Denakis- habló de mala gana, Basil se había probado bastante ropa y nada había convencido a ninguno de los dos. La verdad él tampoco se había sentido muy cómodo con ninguna.

─Papi no parece papi- habló Andreas con mala cara y Jason se levantó.

─Supongo que es eso- Basil no supo a qué se refería sino hasta que Jason se fue y regresó con una montaña de ropa más para probarse.

─ ¿Quieres que me pruebe todo esto?- para él, cambiarse una vez al día ya era demasiado tedioso ¿ahora quería que se probara todo aquello? ¿Encima de la que ya había tenido que probarse? Suspiró y tomó la ropa entrando al vestidor. Las primeras habían sido algunas geniales, pero bastante elegantes y sobrias. Aquello, aunque aún algo sobrio parecía mucho más informal, salió del vestidor con unos pantalones negros y una camisa roja, a Basil le pareció aunque sencillo, un color algo extravagante, pero le gustó al verse en el espejo, sin embargo aquello fue lo último simple que vio entre la ropa, pasó de chaquetas de cuero a playeras con desgastes. Salió una y otra vez del vestidor y comenzó a asustarse cuando después de haberse puesto la mitad de la ropa ninguna había sido rechazada, no quería pensar en la cuenta pero había visto algunas de las marcas en la ropa,  una playera azul de Lacoste, una chaqueta de Chanel, un pantalón de Kenzo, una camisa sin botones de Armani… sólo con eso ya sobrepasaba su salario de un mes, sin duda alguna.

Cuando terminó de probarse todo, Jason le dio un último juego de prendas, era un traje de lino blanco, una camiseta de un azul apagado y un foulard para caballero, a Basil le pareció una combinación extraña para alguien como él, pero solamente suspiró entrando de nuevo al vestidor, para cuando salió Jason le detuvo dándole un par de zapatos diferentes a los que se había estado probando, eran blancos, al igual que el traje, sin más remedio se los puso y cuando avanzó para preguntarle a su hijo como se veía, la imagen que le devolvió el espejo le dejó paralizado unos segundos… ¿era él? ¿En verdad era él? Con toda la ropa anterior le había impresionado lo bien que se podía ver pero la que llevaba ahora le hacía ver… formal y desenfadado al mismo tiempo, le gustó su apariencia, no parecía el chico de barrio que realmente era. Trabajando con modelos todos los días siempre había pensado que la ropa estaba hecha para cierto tipo de personas, no era la ropa la que hacía ver bien al modelo, era el modelo el que hacía ver bien a la ropa. Probablemente su origen era la fuente de todos sus prejuicios pero estaba reconsiderando su postura al verse en esos momentos.

─ ¡Te ves muy bien papi!- Basil le sonrió y rió aún más al escuchar el comentario de Jason.

─Casi a mi altura, cachorro- simplemente Jason nunca cambiaría ¿verdad? Pero viniendo de él aquello suponía algo bueno- Ahora quítatelo.- Basil se giró a él con intención de renegar por la repentina orden pero sólo entonces notó que el par de chicas que lo habían estado ayudando con la ropa no le quitaban la vista de encima, lo cual casi hizo que corriera de regreso al vestidor, ya dentro sonrió al pensar qué podía ocasionar que aquellas chicas acostumbradas a ver toda clase de hombres le vieran con admiración- Lo llevaremos todo- Basil escuchó aquello mientras se cambiaba y se apresuró a salir nuevamente.

─ ¡¿Qué?!- Jason ya estaba pagando para cuando salió- Jason…no puedes comprar todo eso… Jason…- vio cuando le daban el comprobante de pago- Con un demonio, escúchame.

─Te escucho Denakis,  que te haga caso es algo diferente, yo decido que hago con mi dinero así que sé un buen cachorro y quédate callado- Basil iba a renegar pero se le olvidó hacerlo al ver el sonrojo de la muchacha al escuchar como Jason le había llamado.

─ ¿Por qué te dice cachorro, papi?- ese era Andreas desde abajo, sujetándole por el pantalón y Basil se sonrojó mil veces más que la dependienta.

─Es de cariño Andreas- contestó Jason con tal simpleza que el niño solo soltó un leve “ah” de aceptación. ¿Cómo demonios le hacía Jason para hacer de todo con tal confianza?- Ahora vamos a cenar- y Basil pensó que le daría un infarto, por mucho que hubiese intentado escoger algo bueno que ponerse, seguramente no estaría a la altura de donde sea que Jason los fuese a llevar- ¿A dónde quieres ir Andreas?

─Hamburguesas- Basil escuchó la pregunta y la rápida contestación de Andreas y sonrió con cierta diversión al ver a Jason simplemente asentir,  no se lo imaginaba en un restaurante de comida rápida, caminaron por los pasillos del centro comercial y en algún momento Basil sintió como Andreas apretaba su mano con sus pequeños dedos, se detuvo y notó que miraba con cierta añoranza un pijama blanco con robots, era muy parecido a su pijama actual solo que el color predominante y el corte eran diferentes.

─ ¿Qué sucede?- aquella fue la voz de Jason.

─Es que…- Basil tenía pensado contestar pero Andreas le apretó la mano, no queriendo que dijera nada- Andreas quiere un helado antes de ir a cenar. Toma, ¿por qué no lo llevas? Acabo de recordar algo- cargando a Andreas y dándoselo en los brazos a Jason, quien parecía poder sostenerlo sin ningún problema.

─ Denakis…- habló en tono de advertencia y Basil sólo le pidió con la mirada que hiciera lo que le decía, al parecer Jason entendió pues únicamente bufó llevando a Andreas a comprar el dichoso helado, para cuando Basil se les unió tenía una bolsa de más y media cartera menos.

─Ahora sí, podemos ir a cenar- Jason le vio e hizo como si no notara la bolsa en sus manos, Andreas por su lado de repente parecía mucho más feliz que antes.



Por él - Capítulo 9


Capítulo 9
─No… no estás asustándome Jason- habló en un arranque de valor o de estupidez, no supo qué fue exactamente, o al menos no lo supo hasta que el puño del castaño se estrelló en la pared justo a un lado de su rostro, no recordaba haber visto a Jason tan molesto, quizá solo cuando le había dicho que Andreas era su hijo.

─Computadora- habló Jason y Basil no supo a qué carajo se refería hasta que escuchó la voz salir desde el ordenador de Jason.


─Vaya, hacía tiempo que no me usabas, ¿qué es lo que quieres esta vez, Jason?

─Déjate de tonterías, sella el estudio por completo, que nadie nos moleste.

─A la orden, su majestad.

─Activa todos los sensores de vigilancia para la habitación.

─Sus deseos son órdenes ¿algo más?- la voz sonaba algo irónica, pero Basil apenas le prestó atención, le tenían paralizado, más que cualquier otra cosa,  los ojos grises de Jason, clavados fijamente en él.

─Es todo por ahora…- Jason se separó de Basil dejándolo libre, con una sonrisa molesta y soberbia en los labios- Mi sistema es bastante eficaz ¿te gusta? Intenta salir o gritar, nada funcionará.

─Estás loco, Jason- habló sin saber qué se proponía el moreno exactamente.

─Posiblemente. Ahora… quítate la ropa- ordenó sentándose en su escritorio, Basil se quedó paralizado unos segundos antes de reír.

─ ¿Y qué te hace creer que voy a obedecerte, ricachón engreído?- preguntó con confianza.

─Porque si lo haces pagaré todas tus deudas. Sé que Andreas estuvo muy enfermo cuando tenía 2 años… pediste prestado por todos lados ¿verdad? No te iba muy bien en el trabajo, Mark y Niki incluso fueron avales para ti… obedéceme Basil y saldaré tus deudas.

─Puedo pagar mis propias deudas Jason, por si no lo has notado me va bastante bien en el trabajo ahora- intentando enfrentársele pero Jason no cambió su expresión.

─Jm ─bufó─ Compré todas tus deudas, Basil. No me importa si puedes pagarlas… me encargaré de que no lo hagas, pero descuida, no perderás nada, para eso están los amigos- Basil frunció el ceño.

─Pedí todo eso por Andreas...- y Jason rió con ganas.

─ ¿Y ahora vienes a echarme en cara que no te ayudara? ¿Cuánto tenías pensado esconderme a mi propio hijo? ¿Por siempre?- mirándolo aún más molesto y Basil se quedó callado, apretó los puños y finalmente dirigió su mirada melada al moreno.

─¿Por qué me haces esto?

─Porque me perteneces, porque puedo y porque tengo el derecho… porque aprenderás quién es el amo, por las buenas o por las malas- la mirada de Jason estaba encendida y Basil sintió que se le aceleraba el corazón, desvió el rostro y comenzó a sacarse la ropa lentamente, como esperando que Jason tuviese piedad de él y lo detuviera- Detente ahí- Basil se mordió el labio viéndolo, tal vez Dios estaba de buenas con él- Acércate… quiero verte bien mientras terminas- O tal vez no. Hizo caso y aun mordiéndose los labios obedeció- ¿Acaso quieres seducirme con semejante expresión?- Basil le miró y se sonrojó terminando de desvestirse sin atreverse a dirigirle la mirada de nuevo- Acércate más- Basil lo hizo y Jason le rodeó con un brazo, ahora sólo estaba apoyado en su escritorio.

─ ¿Has estado con alguien recientemente?- Basil no dudó en contestar.

─No-  Jason sonrió.

─Entonces va a dolerte… -lo sujetó y lo subió al escritorio abriéndose los pantalones, Basil tomó aire al verle.

─Jason, ten piedad…- susurró pensando en Jason entrando en él sin consideración alguna, aunque solo la imagen de él moviéndose dentro de él le erizó el cuerpo.

─ ¿Te estas asustando, cachorro? ponte de frente al escritorio- Basil no obedeció al instante, sino hasta ver la mirada amenazante de Jason- Ahora pon las manos en el escritorio y abre las piernas – Basil tembló de imaginar el doloroso castigo que estaba por venir y obedeció cerrando los ojos con fuerza. Estaba mentalizándose para recibir la dolorosa penetración cuando una caricia en uno de sus glúteos lo sobresaltó- Qué… ¡ah!- medio gimió cuando Jason mordisqueó una de sus nalgas. Al instante un calor inundó su cuerpo y un cosquilleo recorrió su espalda─ Jason… tu... ─gimió casi inmediatamente al sentir el dedo de Jason acariciando su entrada, ya dentro era cálido, tomó aire sintiendo que se ahogaba y las caricias en su espalda lanzaron escalofríos por todo su cuerpo causando un hormigueo en su vientre. Jason dejaba ligeros besos en su espalda desnuda… -¿Te gusta?- y Basil negó logrando que Jason acariciara su interior sacándole un gemido desde lo más profundo de la garganta.

Jason acarició su interior mientras seguía con los besos, haciéndole suspirar y relajarse, entrecerrando los ojos comenzando a mover suavemente las caderas buscando más, suspiró y el dedo dentro de él comenzó a ir más rápido haciendo que le faltara el aire.

─ ¡Ah! Jason ¡no tan rápido!- suspiró emotivamente sintiendo que se ponía completamente duro, tuvo que recostarse en el escritorio temiendo que sus piernas no lo soportaran.

─ ¿Más lento? Entonces agreguemos otro…- y así lo hizo, Basil sintió como metía un dedo más y se abría paso dentro de él, acariciando un pequeño montículo en su interior que le sacó largos jadeos de placer, no supo el momento exacto en que Jason metió un dedo más, abriéndolo y haciendo arder su cuerpo entero, se sentía en la gloria, Jason movía aquellos dedos, explorando y tocando puntos que le hacían dejar de respirar, había pequeñas lágrimas de placer en sus ojos, quería más… necesitaba más. Intentó acariciarse a sí mismo pero la voz demandante de Jason le detuvo al instante.

─ ¡Dije que mantuvieras las manos en la madera!- Basil gimió con fuerza y frustración manteniendo las manos donde debía.

─Me duele… necesito…- gimió y buscó consuelo en la madera, intentando encontrar algo de alivio a su miembro, Jason se pegó a él por detrás y comenzó a acariciarlo haciendo que Basil se incorporara buscando descansar su nuca en su hombro, buscando el calor de su amante- Jason… Jason…- gimió, a su manera pidiéndole más. Jason sonrió y besó su cuello, haciendo que Basil se sintiera en el cielo…

- Voy a entrar- le susurró al oído justo antes de arremeter dentro de él con fuerza, haciendo que Basil buscara apoyo en la mesa sin remedio.

─¡Ah!- sus ojos se abrieron grandemente y su cuerpo no tardó en comenzar a balancearse en un delicioso vaivén, ya estaba por completo recostado sobre el escritorio mientras Lakis se movía,  entrando y saliendo con una pasión que seguramente pocos esperarían del CEO de Lakis Corp. Lo cierto es que sentía que lo partiría en dos en cualquier momento, que se desmoronaría y volvería a renacer en aquellos brazos… sentía el éxtasis llegar, y cuando lo hizo, fue con tal fuerza que su conciencia se perdió, dejándolo exhausto y con un Jason en condiciones similares recostado sobre su espalda, podía sentir su aliento tibio en su cuello, su cuerpo aún ardiente contra su espalda y el semen caliente entre sus piernas… y le gustó sentirlo…

─ Jason – susurró notando que tenía la voz ronca…

─Shh- Jason lo silenció y se incorporó acomodándose la ropa rápidamente antes de levantarlo y llevarlo al enorme sillón poniéndolo a horcajadas sobre él, en una extraña forma de acunarlo contra su cuerpo.

─ ¿Cuántos?- Basil le miró adormitado sin entender y Jason metió un dedo en su entrada acariciándolo, haciendo que a Basil le temblaran las piernas- ¿Cuántos han estado aquí? No te atrevas a mentirme, lo sabré- Basil se había apoyado en el pecho de Jason. Aquel dedo estaba acariciándolo lentamente, no quería contestar, aquello comenzaba a sentirse bien… no quería responder, sabía que al hacerlo eso definitivamente se volvería la peor de sus torturas- Contéstame- exigió con voz dura  y Basil escondió su rostro en su pecho.

─Uno- contestó sintiendo una extraña sensación, entre miedo y deseo. El dedo dentro de él paró.

─ ¿Quién?- la voz de Jason sonaba irritada y Basil sonrió con amargura separándose,  aguantando un suspiro al dejar de sentir su tacto.


─ ¿Eso importa? ─ preguntó levantándose y poniendo distancia entre ellos.

─Quiero saber a quién le abriste las piernas Denakis, lo que tiene que ver contigo tiene que ver con mi hijo- vaya excusa más patética.

─Puedes estar tranquilo- Basil le dio la espalda para hablar, se sentía más expuesto que nunca y su desnudez no ayudaba- Andreas apenas y lo conoció, era mi jefe, cuando Andreas enfermó hubieron algunos problemas, me lo querían quitar, él me ayudó mucho.

─ ¿Y por eso te acostaste con él? ─ Basil bajó la cabeza, no contestó, prefería no dar especificaciones, prefería no decir que había dado su cuerpo a cambio de ayuda. Diablos… había estado realmente desesperado, aún recordaba el dolor y el asco que había sentido… pero aquel silencio, era obviamente un sí. En aquel tiempo no le había importado, después de todo nunca había sentido nada por aquel sujeto, solo había sido un simple y desagradable mal recuerdo. No lamentaba su decisión, gracias a eso tenía a su niño aún a su lado, pero en ese instante le pesaba más que nunca.

─ ¿No vas a decirlo?- Basil habló después de unos segundos de silencio- ¿que soy la puta que esperabas?

─ ¿Lo eres?- Jason se acercó hasta él jalándolo por el brazo- porque entonces vete sabiendo que ahora eres exclusivamente para mi uso personal…- Jason le delineó los labios con uno de sus dedos- No aceptaré menos que tu entrega absoluta Denakis…- Basil le vio y sonrió bajando la cabeza, se sentía extrañamente aliviado ante aquella reacción, probablemente era lo más considerado que se podía esperar de Jason.

Asintió y le empujó suavemente contra el sillón, separándolo de él antes de comenzar a recoger parte de su ropa y comenzar a vestirse -Ven aquí y dímelo- Basil volteó a verlo sin entender- Dime quién es tu amo…- Basil lo observó, contemplándolo y pensando en lo que le pedía, pareció pensarlo y después sonreír pasito caminando hacia él, sentándose a de nuevo sobre sus piernas.

─Eres tú, Jason… eres tú- susurró contra sus labios- Mi único amo…- Su tono cambió a uno más suave, más seductor- Y tu… ¿a quién perteneces?- Jason frunció el ceño y Basil le acarició el pecho sugestivamente… aquellos ojos estaban prometiendo cosas prohibidas…

─No pertenezco a nadie, Denakis- gruñó sin embargo y  Basil le vio molesto.

─Oh ¿en serio?- y se levantó con intención de marcharse, pero Jason le detuvo sosteniéndolo por la muñeca.

─Solo a mi hijo… y su padre- murmuró entre dientes y Basil sonrió comenzando a besarle el pecho.

Jason le miraba y Basil tenía sus ojos en los ajenos al ir bajando,  besó su vientre y  se abrió paso entre los pantalones abiertos, su boca buscó su miembro y Jason se lamió los labios ante la anticipación. Basil cerró los ojos y comenzó a chupar, como lo haría con un helado, succionando en la punta y Jason entrecerró los ojos, intentando seguir viéndolo, pero Basil finalmente metió casi la mitad del miembro en su boca, ayudándose con sus manos para acariciar y Jason tuvo que echar la cabeza atrás cerrando los ojos. Nunca pensó tener a Basil de aquella forma,  o mejor dicho, nunca pensó que el rubio estuviese dispuesto a ponerse en aquella posición, tampoco imagino que pudiese ser tan… tan increíble - gm…- apenas dejó salir un gemido ahogado en su garganta.

Basil lo escuchó y su boca buscó provocar más. Sus labios acariciaron, lamieron y succionaron, su garganta buscaba sentirlo más profundo, en su vida pensó sentir placer al hacer algo como aquello. Pero lo sintió, la carne invadiendo su boca, empujándose dentro de ella le calentó.
 Jason terminó derramándose en sus labios, intentó beberlo y el sabor no fue agradable, pero lo fue la satisfacción de ver a un Jason cansado y jadeante en el sillón, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, lamió hasta dejarlo limpio y después su vientre antes de levantarse, el encanto se terminaría rápido, mejor marcharse ahora con aquella agradable sensación en él. Esperaba que las puertas se abrieran esta vez.


─Espera… - Jason señaló el lugar a su lado indicándole que se sentara- Quédate un poco más- Basil no supo qué hacer y simplemente obedeció sentándose a su lado, Jason lo jaló y lo puso contra su pecho descansando su rostro en su hombro sin decir nada, Basil se quedó estático sin saber qué hacer o decir, sus manos dudaron antes de abrazar aquel cuerpo delgado, ya frío. Cerró los ojos y no supo en qué momento se quedó dormido en un profundo, reconfortante y agradable sueño.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Por él - Capítulo 8


Capítulo 8

Basil se levantó en la mañana sintiendo sus piernas mucho mejor que en los últimos días. Después de terminar el proyecto, su jefe había estado tan complacido que le había dado un par de días libres, sospechaba que su supuesta relación con Jasón también había influido.

Tras lo que había sucedido con Jason había llorado por varios minutos antes de salir, y para cuando lo hizo Jason ya se había marchado a la oficina muy tranquilo el muy maldito, tal vez estaba exagerando, cuando dejó de llorar se dio cuenta que lo hacía por una idiotez, Jason le había dado uno de los mejores orgasmos de su vida, definitivamente no había nada de malo en ello ¿verdad? ¿Que había esperado él? ¿Qué era lo que le había dolido hasta el alma? ¿que se marchara tan indiferente después de mostrar que él apenas y se controlaba? ¿su orgullo al notar lo fácil que le podía manipular? tal vez el haberse descontrolado por alguien que no había perdido ni una prenda, por alguien que apenas y se descontroló lo mismo que si hubiese faltado el desayuno en la mesa... quién sabe... posiblemente si faltase el desayuno mostraría más interés...

Suspiró, había dolido no significar nada... debía dejar de tener sentimientos tan fuertes por alguien como Jason, aquel que creía que el mundo estaba a su disposición. Y de hecho iba bastante bien, hasta ahora había logrado evitar a Jason con el trabajo y desde que tenía días libres se había dedicado a su pequeño lo más lejos que pudiese de la mansión, y cuando se veían apenas le hablaba, tenía que aprender a vivir con él o terminaría hecho un desastre.

Bajaba las escaleras cuando vio la figura delgada y elegante del que le torturaba en sueños por las noches, suspiró y se decidió a pasar por su lado con un simple 'buenos días', eso planeaba y lo habría logrado de no ser porque Jason lo detuvo sujetándolo por el brazo haciéndolo girarse a él con rudeza.

─Tenemos que hablar.

─Te equivocas Jason, tu y yo no tenemos nada de qué hablar, ya lo hicimos hace unos días ¿recuerdas?- Basil sonrió encantadoramente- No tengo elección más que quedarme aquí, pero al menos déjame disfrutar de mis días libres -intentando zafarse con un movimiento brusco pero Jason volvió a jalarlo manteniéndolo en su sitio.

─Quiero que Andreas comience a tomar algunas clases, lárgate si quieres, tomaré la decisión por mí mismo- lo soltó de golpe y sonrió con soberbia - Después de todo, soy su padre- Basil frunció el ceño y cuando Jason caminó a su despacho le siguió de mal humor.

─ ¿Clases de qué?- le abordó inmediatamente nada más entrar al despacho, cerrando la puerta tras de sí- Aún es muy pequeño Jason, tiene derecho a vivir una infancia normal- cruzándose de brazos.

Jason le vio.

─Andreas no es normal, Denakis- habló tranquilamente mientras rebuscaba entre algunos papeles.

─ ¿Qué diantres quieres decir con eso?- en esos momentos parecía el Basil impulsivo a punto de saltarle a golpes al primero que se le pusiera enfrente... el Basil que Jason había conocido. Verlo así le causó un extraño placer y soltó una risita de satisfacción.

─Tranquilo, cachorro- le habló con voz sensual y Basil se dignó a sonrojarse levemente, sin cambiar su expresión de molestia- Andreas no es normal, Denakis- habló Jason regresando a su tono de voz seria- La mansión le entretuvo un rato pero comienza a aburrirse de nuevo, mis juegos también le divierten pero solo jugando conmigo o con el idiota de Mark, quiero que comience a tomar clases variadas, veremos a qué le toma interés- pasándole los papeles a Basil, Jason tenía impresos diferentes perfiles de profesores particulares; piano, violín, pintura, dibujo, defensa personal, flauta- Me parece lo más adecuado para su edad y sus capacidades, en un par de años tal vez se anime a entrar a algún club deportivo, por el momento creo que es mejor que no tenga que seguir el ritmo de un grupo- Basil miró los papeles ya más tranquilo y después observó a Jason de reojo volviendo a bajar la vista a los documentos.

─Es difícil no encontrar a alguien que pueda seguir tu ritmo ¿verdad?- era obvio que en ese sentido Jason entendía mejor a su hijo que él.

─Sólo es aburrido- contestó caminando nuevamente a su escritorio tomando una pieza de un tablero de ajedrez que recientemente había mandado a hacer. Un hermoso tablero de madera con un tallado bastante peculiar -Creo que comenzaré a enseñarle a jugar ajedrez- Basil suspiró, jamás pensó que Jason pudiese ser un padre tan... dedicado- les llevaré a comprar ropa por la tarde- Basil volvió a suspirar.

─Espero que no te conviertas en un padre consentidor, Jason- éste sólo le miró.

─Tú también te comprarás ropa- a lo que Basil sólo negó rotundamente.

─Lo siento, pero estoy feliz con mi guardarropa y no pienso gastar un centavo de más en ello cuando no es necesario- denegó con facilidad, Jason le vio y levantó una ceja.

─Eres mi amante, Denakis. Próximamente mi pareja ante la ley, no voy a permitir que vayas vistiendo harapos, puedes vestirte todo lo sencillo que quieras pero al menos cada maldita prenda tendrá una marca reconocida en ella.

─No pienso pagar eso y no pienso dejar que lo pagues, no quiero leer en los titulares que te estafo, extorsiono, etc, etc, etc.

─Oh, pero si es de lo más normal ¿no compran todos los hombres ropa a su esposa en algún momento?- dijo con cierta burla

─Vete al demonio Jason- contestó molesto por la comparación... "esposa" ... que se fuera por un... pero fue entonces cuando lo notó, esposa, pareja ante la ley... ¿Qué demonios le estaba diciendo Jason? Pero fue demasiado tarde cuando reaccionó, pues sólo salió de sus pensamientos para ver a Jason parado a centímetros de sí mismo.

─Es justo lo que piensas cachorro, tengo pensado casarme contigo- rodeándolo por la cintura- Voy a ponerte una correa tan fuerte que no podrás escapar de mí- Basil sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo, se quedó sin habla y pudo sentir una de las manos de Jason comenzando a acariciarle un costado, se separó de él como por inercia, respirando agitadamente por el susto... o la emoción, quién sabe.

─Estás loco Jason. No pienso casarme contigo- Jason rió.

─ ¿No te gusto la petición? ¿Quieres rosas, que me hinque y te dé un anillo? No sabía que fueras tan romántico, Denakis.

─Muérete Jason ¡no pienso casarme contigo!- e intentó salir de la habitación pero las puertas se habían trabado, volteó a ver a Jason y él sonrió.

─Es increíble la tecnología ¿no es así? Me gustaría felicitar a quien diseñó esas puertas. ¡Ah, sí! ya recuerdo... fui yo- Basil frunció el ceño.

─Ábrelas Jason- y este acentuó su sonrisa caminando hacia donde él estaba.

─Has sido una presa muy escurridiza, cachorro. Te has encargado de evitarme durante varios días- lo acorraló contra la puerta- Parece que tus piernas se han recuperado lo suficiente como para salir corriendo cada que me ves...- sonrió con malicia y le habló al oído- Perfecto- soltó en un susurro- ¿Qué tal si usamos esa fuerza para algo más? No pienso contenerme esta vez...- Basil intentó escaparse saliendo por debajo de los brazos que lo acorralaban, poniendo el escritorio entre los dos, no le gustaban nada los escalofríos que le recorrían al tenerlo tan cerca. Y menos cuando Jason había dicho que había tenido que contenerse la última vez... ¿por sus piernas? ¿Había estado preocupado por él? Con un demonio si era Jason quien las había dejado hechas polvo en primer lugar... cómo odiaba cuando lo hacía sentir tan vulnerable...

─Déjame en paz, no vuelvas a tocarme Jasón─ levantó el rostro orgulloso.

─No decías lo mismo la última vez, más bien parecías... ansioso- Basil le vio sonreír con aquella prepotencia tan propia de él y le lanzó lo primero que tuvo a la mano avergonzado al recordar exactamente como había estado.

─Púdrete Jason. Y tienes razón, mis piernas están mucho mejor ahora pero ¿sabes qué? Prefiero buscarme un amante que pueda terminar lo que inicia- reclamó y no supo cómo pero sólo terminar sus palabras Jason había casi saltado sobre el escritorio lanzándolo con fuerza hacia la pared, el golpe en su espalda dolió pero se le olvidó completamente al ver a un aterrador Jason frente a él.

─Inténtalo...- dijo entre dientes- Intenta engañarme, Denakis. Intenta revolcarte con alguien más y será lo último que ese mal nacido haga, hazlo y te haré comer sus vísceras, te lo juro. 



viernes, 2 de septiembre de 2016

Por él - Capítulo 7


Capítulo 7
Basil se sonrojó y habría dado casi todo porque se lo tragara la tierra, pero como no era posible solo bajó la mirada avergonzado mientras el staff completo clavaba su vista en él.

Amantes…

Jason realmente lo había dicho; y si lo decía con esa desenvoltura ¿sería posible que intentara que fuera verdad con la misma desenfadada facilidad?

Horas más tarde después de que aquella terrible sesión de fotos terminara y Jidael se marchara no sin antes darle una bofetada y gritarle unas cuantas incoherencias, Basil entraba al estudio de Jason donde éste se había encerrado después de que le tomara unas cuantas fotos con su hijo, fotos que seguramente saldrían preciosas…

Observó a Jason en el estudio, estaban en silencio y aunque sabía que ya había notado su presencia, parecía no estar dispuesto a preguntarle que hacía ahí- Jason, esto no va a funcionar… podríamos… simplemente tener custodia compartida. Sería difícil pero no tan complicado como toda esta farsa, eso es seguro- Jason no pareció prestarle verdadera atención y siguió acomodando sus papeles poniendo algunos en una carpeta, otros en otra. Estaba a punto de ir a ver como andaban las cosas en la oficina, en los últimos días había tenido que ausentarse por las sesiones de fotos y conformarse con trabajar desde casa.

-¿Y olvidar el hecho de que me robaste a mi hijo por cuatro años? Olvídalo, Denakis, las cosas se harán como lo he dicho y más vale que te acostumbres- Basil le vio y frunció el ceño.

-No puedes pensar en serio en que sea tu amante- hasta hace poco no había caído en cuenta de todo lo que aquello implicaba- Jason… tú… querrás estar con alguien… diferente a mi… nosotros no somos compatibles ¿siquiera nos imaginas en la cama?- sabiendo que tocaba suelo peligroso pero tenía que arriesgarse- No puedes pretender en serio que pague con sexo mi pecado- Jason sonrió interiormente, él no había mencionado el sexo pero era más que obvio que iba a exigirlo en cuanto pudiese, o al menos era obvio para ellos. Era curioso, posiblemente alguien más no hubiese siquiera imaginado que pediría esa clase de relación en el trato pero Basil lo conocía bien. Era cierto, en cuanto las piernas de cierto cachorro pudiesen aguantar toda una noche recibiéndolo sin parar, iba a tomarlo sin dudar.

-Sexo, y algunas apariciones públicas para que parezca real, sonrisas frente a mi hijo y por supuesto le dirás lo perfecto que soy a tus ojos al igual que a todo el mundo- Basil le miró como si le estuviesen jugando una broma pesada.

- ¿Y tú que dirás? ¿Que tuviste lástima de este pobre perro faldero y me recogiste junto a mi pobre niño?- Jason le vio. Terminó de acomodar sus documentos, sonrió y caminó hacia él.

-No exactamente, diré que… no sé, me encantas… me fascinas… el tipo de cosas que pueden tomarse como quieran… aunque si quieres puedo decir algo como que eres increíble en la cama- su sonrisa se volvió más cínica, metiendo las manos en los bolsillos- Aunque sea mentira…- dijo más bajo y Basil cayó sin querer en la provocación ante su orgullo herido.

-¿Y quién dice que es mentira? Para tu información Jason Lakis, soy excelente amante- Jason levantó una ceja.

- ¿Un perro callejero como tú? Eso tendría que verlo- Basil se adelantó como si estuviese dispuesto a decirle un par de cosas pero su sentido común reaccionó a tiempo para quedarse callado.

-E…en todo caso eso no es de tu incumbencia…- habló sonrojado de pensar en lo cerca que había estado de decirle al moreno que por él bien podían tener sexo en ese instante y en aquel lugar… había estado a punto de prometerle placeres increíbles…. pero por suerte se había quedado callado…o por desgracia… ya no lo sabía.

-¿No?- Jason se acercó hasta él no queriendo dejar por zanjada la conversación- Serás mi pareja ante el mundo y ya que no pienso vivir en abstinencia ni dejar que mi hijo crea que le soy infiel a su padre, creo que los placeres que podamos compartir en la cama son muy de mi incumbencia… creo que puedo imaginarte en mi cama, a diferencia de ti, tengo una imaginación activa, es la fuente de mi éxito…y no solo en la cama…en el piso, en la ducha… en el balcón- Basil tembló al sentir como Jason se había puesto a jugar con uno de los botones de su camisa, mirándolo a los ojos, casi hechizándolo con aquellas pupilas que no mostraban duda en ningún momento. Atrapándolo- Aquí mismo…- habló bajo y en un susurro.

-Si-siempre puedes tener amantes a escondidas, no es mi problema- Jason lo jaló de la camisa y lo rodeó por la cintura.

-No se me da la gana, no tengo tiempo para andar con juegos tontos ¿para qué buscar más si ya tengo un cachorro que salte cuando se lo ordeno?

-No pienso te-tener sexo contigo Jason- habló con la mayor firmeza que pudo intentando separarse del moreno y este lo atrajo con más fuerza a él, hablándole al oído.

-No tienes opción, cachorro… o tu cuerpo o Andreas… ¿qué escoges?- le acarició la espalda baja mientras le hablaba mordisqueando su oreja entre palabra y palabra- Voy a hacerte el amor Basil… voy a hacerte mío tantas veces y de tantas formas que olvidarás cualquier amante que haya pasado por tu cama- metió una de sus manos entre su ropa y acarició su vientre- Voy a hacer que te derritas Denakis, te lo prometo… vas a gritar pidiendo que te vuelva a hacer mío una…y otra vez.

-Basta Jason- murmuró con las manos en su pecho en un amago por separarse de él, pero no le estaban respondiendo muy bien pues en vez de empujar al moreno estaban acariciando su pecho por sobre la ropa- Basta…- suplicó al sentir como la mano de Jason subía hasta sus tetillas.

-¿Por qué?- ahora le estaba besando el cuello y a Basil simplemente le tembló todo el cuerpo dándole espacio, incitándolo a que bajara por su pecho. Y Jason lo hizo, le abrió los botones de la camisa con una facilidad asombrosa y mordisqueó su piel.

-No…- contestó simplemente y al parecer sin ningún sentido cuando Jason metió la mano en sus pantalones.

-¿No qué, cachorro? ¿No quieres que continúe? ¿Quieres que pare?- Basil se mordió el labio manteniendo los ojos cerrados para no ver el rostro de satisfacción y arrogancia que seguramente estaba mostrando aquel desgraciado.

-N…no- admitió, no quería que parara, quería que continuara, quería sentirlo como siempre lo había deseado. Al diablo con todo, Jason no lo iba a dejar ir y el moría por estar en sus brazos. Quería pedirle algo, pero no se atrevía, y es que la verdad era que por simple que pareciera no había nada que le excitara más, no había nada con lo que fantaseara más que con la idea de tener el cuerpo del perfecto Jason Lakis sobre el suyo, acariciándolo, besándolo y haciendo lo que quisiera con él, podía enajenarse solo por tenerlo de esa manera sobre él y es que desde secundaria siempre había evitado que Jason pudiese estar en aquella posición, aunque se fueran a los golpes, que no habían sido pocas veces, no había cosa a la que hubiese temido más que a tener a Jason de esa forma y simplemente dejarlo hacer lo que quisiera con su persona. Aquello sería verdaderamente humillante, pero en ese preciso instante no le importaba, no cuando los labios de Jason mordisqueaban sus tetillas y su camisa había ido a dar al suelo en algún momento.

-Dime qué quieres, cachorro- le habló tan suave que creyó que se derretiría, no podía pedírselo, no podía, tenía que conservar todo el orgullo que pudiese en aquella situación.

-Po…ponte sobre mí- casi rogó antes de que su cerebro pudiese decirle a su boca que se callara y Jason le levantó tirándolo en un enorme y cómodo sillón que al parecer el mismo Jason debía usar para dormir de vez en cuando.

-¿Así?- preguntó con una sonrisa llena de satisfacción al acomodarse sobre él, con una rodilla entre las piernas del rubio y antes de que los labios de Basil pudiesen contestar, Jason pudo sentir como aquel rubio indecente suspiraba poniéndose duro casi al instante- ¿Te excita estar abajo, cachorro?- le habló inclinándose para hablarle al oído y Basil gimió solo de sentir su aliento contra su cuello.

-Jason…..Jason…- susurró abriendo los ojos y al ver al moreno hincado sobre él casi se le detiene el corazón, la emoción fue tanta que se asustó intentando levantarse inmediatamente- No puedo con esto ¡Jason, levántate!- exclamó asustado, su corazón iba tan rápido que parecía que iba a explotar

- ¿No puedes con esto?- se mofó el moreno tocando su entre pierna haciendo que Basil gimiera fuerte dejándose caer de nuevo en el sillón- No hay nada que desees más que esto, así que no me tomes por estúpido, Denakis- Basil soltó un par de lágrimas al desbordar las emociones que le atacaban en ese momento y mantuvo los ojos cerrados arqueándose a cada pequeño movimiento que hacia la mano de Jason sobre su entrepierna aún cubierta por sus pantalones.

-No… no entiendes… no, Jason, por favor, para… no…- gimió llevándose las manos al rostro- me perderé a mí mismo así…- Jason no entendía del todo ¿cómo entender las emociones humanas? Pero se daba una idea de lo que sucedía.

-Entonces piérdete… vuélvete loco, cachorro. Eso quiero, quiero que te pierdas, que no puedas ver nada más allá de mí…- Basil gimió curvándose cuando el moreno apretó su erección sobre la ropa- Soy tu amo ahora, cachorro… vamos… dilo… dilo y te llevaré a la gloria- sonriendo al notar como Basil podía volverse loco con solo tenerlo encima, obviamente tenía alguna especie de fetiche con aquella posición- Dilo…- Basil negó y Jason volvió a acariciarlo- ¿Deseas más? Vamos dilo…- Basil negaba pero terminó quitándose las manos de la boca para intentar aferrarse a los bordes del sillón.

-E-eres mi amo… eres mi amo… Dios… Jason, no me hagas esto…- el deseo y la vergüenza peleaban en su interior, pero sabía que con tan simples caricias no podría llegar jamás al orgasmo, pero si permanecer en aquel limbo que amenazaba con volverse más y más doloroso.

Y aquello fue suficiente, con aquello Jason tenía suficiente como para aguantar un poco más… el escuchar aquellas palabras de aquella boquita jadeante fue simplemente perfecto para aquel moreno bastardo que de alguna manera reunió la fuerza de voluntad necesaria para renunciar a poseerlo en aquel mismo instante.

-Voy a darte algo muy bueno, cachorro – le habló abriéndole los pantalones y Basil respiró agitadamente con la boca seca.

-No te burles, Jason…- se quejó cerrando los ojos, casi temblando y por primera vez se dio cuenta de lo verdaderamente asustado que lo ponía encontrarse en aquel estado.

-Shh…esto va a gustarte- le vio con arrogancia después acercándose a sus labios. Basil pensó que solo lo había besado una vez, en su despacho, y su corazón se agitó pensando que volvería a hacerlo pero contrario a lo que pensaba Jason solo se acercó hasta su oído.

-Tendrás un placer exclusivo que no le he dado a nadie más, así que más vale que lo disfrutes…

Basil no entendió inmediatamente a que se refería hasta que sus ojos se abrieron grandemente al sentir como los labios de Jason le envolvían con la calidez de su boca, y  gimió de manera desesperada y vergonzosa sintiendo que las lágrimas de éxtasis se acumulaban en sus ojos, su cuerpo se arqueó intentando aguantar, sintiendo que vibraba por completo.

Enredó sus dedos en el cabello de Jason y lo sintió subir y bajar, chupar, succionar… esa maldita boca le hizo ver estrellas y sus caderas simplemente la buscaban, no supo cuánto tiempo duró, pero no debió ser mucho y terminó por venirse en su boca… en aquella boca que para su sorpresa tragó todo sin quejas.

-Seguiremos con esto después cachorro, debo irme - Basil escuchó el murmullo en su oído y abrió los ojos inmediatamente, viendo como Jason se le quitaba de encima haciéndolo sentir terriblemente vacío. Y después de aquello, simplemente apenas y tocó sus cabellos saliendo de la habitación sin más… solo eso… solo había jugado con él, sólo le había llevado al cielo para bajarlo a lo más profundo del infierno y es que ahí, solo en el sillón de aquel estudio inundado por el aroma de Jason, con los pantalones abajo y horriblemente cansado por su último orgasmo se sintió más vacío que nunca y deseó con intensidad poder ser amado… un sueño imposible.

-Muérete…- habló entre dientes- muérete, Jason Lakis- terminó diciendo en voz alta tapándose los ojos con uno de sus brazos comenzando un llanto pasito que se volvió un llanto desesperanzado que gracias a dios ningún empleado podía oír desde afuera. Se sentía usado, vacío, y terriblemente solo -Eres un maldito infeliz Jason- murmuró entre lágrimas sabiendo que el único culpable de lo que estaba sucediendo era él mismo. No volvería a dejarlo, no volvería a dejar que Jason se burlara de aquella forma, no volvería a entregarse de aquella forma para que lo botara de nuevo.

Por su lado Jason había salido del estudio más que satisfecho de haber logrado controlarse de aquella forma, aunque aún luchaba por no regresar a tomar aquella belleza en sus brazos y hacerlo suyo hasta cansarse, pero no, se tenía que controlar, había visto a Basil desde que había llegado a su casa, tenía aún bastante resentidas las piernas, si le tomaba tendría que obligarse a controlarse y eso parecía casi imposible- Cuando te tome no podrás levantarte de la cama en varios días, cachorro- sonrío para sí mismo entrando a su habitación, necesitaba una ducha de agua fría, una muy, muy fría...

Una semana más, le daría una semana más a su cachorro. Más valía que sus piernas estuvieran bien para entonces o no le iba a importar lastimarlo solo por tenerlo, por hundirse en él y escucharlo gemir como una maldita puta… una que era solo suya…


Destrozaría al pobre infeliz que intentara siquiera tocar uno de aquellos cabellos rubios. Porque nadie… nadie tocaba sin castigo lo que era de su propiedad…