Capítulo 10
─Denakis… Denakis…-
Basil abrió los ojos con pesadez. ¿Había sido un sueño? No… no podía ser, sentía
el cuerpo cansado, satisfecho y una sensación extraña en su trasero. Se talló
los ojos y se sobresaltó al ver a Jason perfectamente vestido y arreglado
frente a él. Estaban en su habitación- ¡Ja…Jason!- éste solo sonrió con
arrogancia al ver su reacción.
─No necesitas decir mi
nombre con tanta euforia cuando no estoy dentro de ti Denakis…- Basil se
sonrojó y le tiró una almohada a la cara, increíblemente Jason no pareció
molestarse ante el acto- Ve a darte un baño y vístete… has dormido toda la
mañana, voy a llevarlos a comprar ropa.
─Jason, en serio… no es
necesario- si antes de lo que había pasado no quería, ahora lo deseaba menos,
lo que menos quería era que Jason creyera que… en fin… tenía esperanzas…
nuevamente tenía esperanzas de lograr algo con él… no quería que pensara que
todo se basaba en el dinero, suficiente con que lo tuviese ahí amenazándolo con
Andreas…
Jason levantó una ceja
y se acercó a él, semi-acorralándolo contra el colchón. La debilidad de Basil
salió a flote nuevamente pues sentía estremecerse solo con tenerlo parcialmente
sobre su cuerpo.
─ ¿Qué pasa, cachorro?
¿no quieres estar en deuda conmigo? Siempre puedes pagarme todo cuanto quieras
por las noches- pasando sus manos por su cuerpo por encima de las sábanas antes
de levantarse con una sonrisa triunfal al ver el rostro “enfadado” y sonrojado
de Basil- Deja de hacer berrietas y obedece a tu amo, cachorro. Andreas ya nos
está esperando- y dicho y hecho, salió de la habitación dejando a un Basil
excitado en la cama, no se quería levantar, pero de repente la actitud
arrogante de Jason no le molestaba. Era como si de repente fuese… más cálido…
aunque eso era definitivamente imposible.
─¡Ah!- se estiró,
sentía una molestia exquisita en todo el cuerpo, como un confortable cansancio-
Bien, a bañarse- se levantó para ir a la ducha e intentar después encontrar
algo decente que ponerse o Jason lo asesinaría, eso era seguro. Media hora
después bajó, viendo que Jason jugaba ajedrez en plena sala con su hijo o le
enseñaba a jugar, para ser más precisos, parecía que Jason no perdía tiempo
entre el dicho y hecho- Ya vine- parándose
junto a Andreas viendo cómo iban, apenas y habían movido un par de piezas.
─Papá estaba
enseñándome cómo mover las piezas- a Basil se le erizó la piel al escucharlo,
¿papá? Apenas llevaban ahí una semana y media y… ¿y Andreas ya le llamaba de
aquella forma?- Creo que lo entiendo, también reconozco las piezas…-trabándose
un poco al decir la “r”- Pero me cuesta mucho seguirle el ritmo…- se quejó
suspirando, poniendo aquel rostro serio marca registrada “Jason’s face”
─Jason... no estarás
haciéndoselo más difícil de lo que se debe ¿verdad?- suspiró y Jason le vio
levantando una ceja.
─ ¿Por qué habría de no
hacerlo? Si se lo pongo fácil no tendrá ninguna gracia- y Andreas levantó el
rostro sonriendo.
─Eso es cierto- y Basil
se sintió desolado al ver que podían entenderse tan bien, había que admitirlo
Andreas tenía mucho más en común con Jason que con él, además sonreía mucho más
desde que estaban ahí, o mejor dicho sonreía con alguien más aparte de él.
─Podemos dejarlo para
más tarde, ya que tu papi está aquí, podemos salir- Andreas asintió y se paró
tomando la mano de su papi sonriéndole, le gustaba su nuevo papá, pero jamás lo
amaría tanto como amaba a su papi.
─Vamos papi- lo jaló
hasta la entrada- Hoy jugaras conmigo ¿veda papi?- Basil sintió una punzada de
culpa, últimamente apenas y jugaba con su niño, pasaba mucho tiempo con él pero
sinceramente lo había descuidado un poco, era como estar y no estar al mismo
tiempo.
─Por supuesto peque,
hace mucho que no jugamos ¿no? Hoy vamos a jugar hasta que no puedas más- y
Jason tras ellos sintió curiosidad, ¿qué era lo que Basil jugaba con Andreas?
Ellos dos definitivamente tenían su propio mundo, tenían costumbres y
tradiciones que sólo ellos conocían, sintió una punzada de envidia… de celos.
Lo primero que hicieron
fue entrar a una tienda de ropa infantil, Andreas parecía algo cohibido y sólo
aceptó todo cuanto le daban, de vez en vez miraba a su papi como preguntándole
que debía hacer y cuando este asentía solo seguía aceptando cuanto le facilitaban
y es que en verdad Jason parecía que quisiera comprarle ropa para los próximos
diez años, Basil pensó que era exactamente como un padre primerizo, él había
hecho algo parecido cuando Andreas era un bebé… aunque obviamente él no había
tenido tanto dinero.
Pasaron los minutos y
dos horas después lograron salir de la tienda con más bolsas de las que Basil
podía llevar en sus manos, por suerte Jason solucionó todo simplemente pidiendo
que le enviaran todo a la mansión, fue en ese momento en donde las cosas se
pusieron… extrañas… y es que entraron a una boutique para caballeros, Basil
estaba renuente pero Jason no parecía querer darle demasiadas opciones, le
seleccionaron algunas prendas y Basil pensó que jamás en su vida se había
sentido tan analizado .Sentados en un cómodo sillón, ambos, hijo y padre lo
observaban cada que salía de los vestidores con una prenda diferente.
─No me gusta nada de
eso, Denakis- habló de mala gana, Basil se había probado bastante ropa y nada
había convencido a ninguno de los dos. La verdad él tampoco se había sentido
muy cómodo con ninguna.
─Papi no parece papi-
habló Andreas con mala cara y Jason se levantó.
─Supongo que es eso-
Basil no supo a qué se refería sino hasta que Jason se fue y regresó con una
montaña de ropa más para probarse.
─ ¿Quieres que me
pruebe todo esto?- para él, cambiarse una vez al día ya era demasiado tedioso ¿ahora
quería que se probara todo aquello? ¿Encima de la que ya había tenido que probarse?
Suspiró y tomó la ropa entrando al vestidor. Las primeras habían sido algunas
geniales, pero bastante elegantes y sobrias. Aquello, aunque aún algo sobrio
parecía mucho más informal, salió del vestidor con unos pantalones negros y una
camisa roja, a Basil le pareció aunque sencillo, un color algo extravagante,
pero le gustó al verse en el espejo, sin embargo aquello fue lo último simple
que vio entre la ropa, pasó de chaquetas de cuero a playeras con desgastes.
Salió una y otra vez del vestidor y comenzó a asustarse cuando después de
haberse puesto la mitad de la ropa ninguna había sido rechazada, no quería
pensar en la cuenta pero había visto algunas de las marcas en la ropa, una playera azul de Lacoste, una chaqueta de
Chanel, un pantalón de Kenzo, una camisa sin botones de Armani… sólo con eso ya
sobrepasaba su salario de un mes, sin duda alguna.
Cuando terminó de
probarse todo, Jason le dio un último juego de prendas, era un traje de lino
blanco, una camiseta de un azul apagado y un foulard para caballero, a Basil le
pareció una combinación extraña para alguien como él, pero solamente suspiró
entrando de nuevo al vestidor, para cuando salió Jason le detuvo dándole un par
de zapatos diferentes a los que se había estado probando, eran blancos, al
igual que el traje, sin más remedio se los puso y cuando avanzó para preguntarle
a su hijo como se veía, la imagen que le devolvió el espejo le dejó paralizado
unos segundos… ¿era él? ¿En verdad era él? Con toda la ropa anterior le había
impresionado lo bien que se podía ver pero la que llevaba ahora le hacía ver…
formal y desenfadado al mismo tiempo, le gustó su apariencia, no parecía el
chico de barrio que realmente era. Trabajando con modelos todos los días
siempre había pensado que la ropa estaba hecha para cierto tipo de personas, no
era la ropa la que hacía ver bien al modelo, era el modelo el que hacía ver
bien a la ropa. Probablemente su origen era la fuente de todos sus prejuicios
pero estaba reconsiderando su postura al verse en esos momentos.
─ ¡Te ves muy bien
papi!- Basil le sonrió y rió aún más al escuchar el comentario de Jason.
─Casi a mi altura,
cachorro- simplemente Jason nunca cambiaría ¿verdad? Pero viniendo de él
aquello suponía algo bueno- Ahora quítatelo.- Basil se giró a él con intención
de renegar por la repentina orden pero sólo entonces notó que el par de chicas
que lo habían estado ayudando con la ropa no le quitaban la vista de encima, lo
cual casi hizo que corriera de regreso al vestidor, ya dentro sonrió al pensar
qué podía ocasionar que aquellas chicas acostumbradas a ver toda clase de
hombres le vieran con admiración- Lo llevaremos todo- Basil escuchó aquello
mientras se cambiaba y se apresuró a salir nuevamente.
─ ¡¿Qué?!- Jason ya
estaba pagando para cuando salió- Jason…no puedes comprar todo eso… Jason…- vio
cuando le daban el comprobante de pago- Con un demonio, escúchame.
─Te escucho
Denakis, que te haga caso es algo
diferente, yo decido que hago con mi dinero así que sé un buen cachorro y
quédate callado- Basil iba a renegar pero se le olvidó hacerlo al ver el
sonrojo de la muchacha al escuchar como Jason le había llamado.
─ ¿Por qué te dice
cachorro, papi?- ese era Andreas desde abajo, sujetándole por el pantalón y
Basil se sonrojó mil veces más que la dependienta.
─Es de cariño Andreas-
contestó Jason con tal simpleza que el niño solo soltó un leve “ah” de
aceptación. ¿Cómo demonios le hacía Jason para hacer de todo con tal
confianza?- Ahora vamos a cenar- y Basil pensó que le daría un infarto, por
mucho que hubiese intentado escoger algo bueno que ponerse, seguramente no
estaría a la altura de donde sea que Jason los fuese a llevar- ¿A dónde quieres
ir Andreas?
─Hamburguesas- Basil
escuchó la pregunta y la rápida contestación de Andreas y sonrió con cierta
diversión al ver a Jason simplemente asentir, no se lo imaginaba en un restaurante de comida
rápida, caminaron por los pasillos del centro comercial y en algún momento
Basil sintió como Andreas apretaba su mano con sus pequeños dedos, se detuvo y
notó que miraba con cierta añoranza un pijama blanco con robots, era muy
parecido a su pijama actual solo que el color predominante y el corte eran
diferentes.
─ ¿Qué sucede?- aquella
fue la voz de Jason.
─Es que…- Basil tenía
pensado contestar pero Andreas le apretó la mano, no queriendo que dijera nada-
Andreas quiere un helado antes de ir a cenar. Toma, ¿por qué no lo llevas?
Acabo de recordar algo- cargando a Andreas y dándoselo en los brazos a Jason,
quien parecía poder sostenerlo sin ningún problema.
─ Denakis…- habló en
tono de advertencia y Basil sólo le pidió con la mirada que hiciera lo que le decía,
al parecer Jason entendió pues únicamente bufó llevando a Andreas a comprar el
dichoso helado, para cuando Basil se les unió tenía una bolsa de más y media
cartera menos.
─Ahora sí, podemos ir a
cenar- Jason le vio e hizo como si no notara la bolsa en sus manos, Andreas por
su lado de repente parecía mucho más feliz que antes.
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