Capítulo 7
Basil se sonrojó y
habría dado casi todo porque se lo tragara la tierra, pero como no era posible
solo bajó la mirada avergonzado mientras el staff completo clavaba su vista en
él.
Amantes…
Jason realmente lo
había dicho; y si lo decía con esa desenvoltura ¿sería posible que intentara
que fuera verdad con la misma desenfadada facilidad?
Horas más tarde después
de que aquella terrible sesión de fotos terminara y Jidael se marchara no sin
antes darle una bofetada y gritarle unas cuantas incoherencias, Basil entraba
al estudio de Jason donde éste se había encerrado después de que le tomara unas
cuantas fotos con su hijo, fotos que seguramente saldrían preciosas…
Observó a Jason en el
estudio, estaban en silencio y aunque sabía que ya había notado su presencia,
parecía no estar dispuesto a preguntarle que hacía ahí- Jason, esto no va a
funcionar… podríamos… simplemente tener custodia compartida. Sería difícil pero
no tan complicado como toda esta farsa, eso es seguro- Jason no pareció
prestarle verdadera atención y siguió acomodando sus papeles poniendo algunos
en una carpeta, otros en otra. Estaba a punto de ir a ver como andaban las
cosas en la oficina, en los últimos días había tenido que ausentarse por las
sesiones de fotos y conformarse con trabajar desde casa.
-¿Y olvidar el hecho de
que me robaste a mi hijo por cuatro años? Olvídalo, Denakis, las cosas se harán
como lo he dicho y más vale que te acostumbres- Basil le vio y frunció el ceño.
-No puedes pensar en
serio en que sea tu amante- hasta hace poco no había caído en cuenta de todo lo
que aquello implicaba- Jason… tú… querrás estar con alguien… diferente a mi…
nosotros no somos compatibles ¿siquiera nos imaginas en la cama?- sabiendo que
tocaba suelo peligroso pero tenía que arriesgarse- No puedes pretender en serio
que pague con sexo mi pecado- Jason sonrió interiormente, él no había
mencionado el sexo pero era más que obvio que iba a exigirlo en cuanto pudiese,
o al menos era obvio para ellos. Era curioso, posiblemente alguien más no
hubiese siquiera imaginado que pediría esa clase de relación en el trato pero
Basil lo conocía bien. Era cierto, en cuanto las piernas de cierto cachorro
pudiesen aguantar toda una noche recibiéndolo sin parar, iba a tomarlo sin
dudar.
-Sexo, y algunas
apariciones públicas para que parezca real, sonrisas frente a mi hijo y por
supuesto le dirás lo perfecto que soy a tus ojos al igual que a todo el mundo-
Basil le miró como si le estuviesen jugando una broma pesada.
- ¿Y tú que dirás? ¿Que
tuviste lástima de este pobre perro faldero y me recogiste junto a mi pobre
niño?- Jason le vio. Terminó de acomodar sus documentos, sonrió y caminó hacia
él.
-No exactamente, diré
que… no sé, me encantas… me fascinas… el tipo de cosas que pueden tomarse como
quieran… aunque si quieres puedo decir algo como que eres increíble en la cama-
su sonrisa se volvió más cínica, metiendo las manos en los bolsillos- Aunque
sea mentira…- dijo más bajo y Basil cayó sin querer en la provocación ante su
orgullo herido.
-¿Y quién dice que es
mentira? Para tu información Jason Lakis, soy excelente amante- Jason levantó
una ceja.
- ¿Un perro callejero
como tú? Eso tendría que verlo- Basil se adelantó como si estuviese dispuesto a
decirle un par de cosas pero su sentido común reaccionó a tiempo para quedarse
callado.
-E…en todo caso eso no
es de tu incumbencia…- habló sonrojado de pensar en lo cerca que había estado
de decirle al moreno que por él bien podían tener sexo en ese instante y en
aquel lugar… había estado a punto de prometerle placeres increíbles…. pero por suerte
se había quedado callado…o por desgracia… ya no lo sabía.
-¿No?- Jason se acercó
hasta él no queriendo dejar por zanjada la conversación- Serás mi pareja ante
el mundo y ya que no pienso vivir en abstinencia ni dejar que mi hijo crea que
le soy infiel a su padre, creo que los placeres que podamos compartir en la
cama son muy de mi incumbencia… creo que puedo imaginarte en mi cama, a
diferencia de ti, tengo una imaginación activa, es la fuente de mi éxito…y no
solo en la cama…en el piso, en la ducha… en el balcón- Basil tembló al sentir
como Jason se había puesto a jugar con uno de los botones de su camisa,
mirándolo a los ojos, casi hechizándolo con aquellas pupilas que no mostraban
duda en ningún momento. Atrapándolo- Aquí mismo…- habló bajo y en un susurro.
-Si-siempre puedes
tener amantes a escondidas, no es mi problema- Jason lo jaló de la camisa y lo
rodeó por la cintura.
-No se me da la gana,
no tengo tiempo para andar con juegos tontos ¿para qué buscar más si ya tengo
un cachorro que salte cuando se lo ordeno?
-No pienso te-tener
sexo contigo Jason- habló con la mayor firmeza que pudo intentando separarse
del moreno y este lo atrajo con más fuerza a él, hablándole al oído.
-No tienes opción,
cachorro… o tu cuerpo o Andreas… ¿qué escoges?- le acarició la espalda baja
mientras le hablaba mordisqueando su oreja entre palabra y palabra- Voy a
hacerte el amor Basil… voy a hacerte mío tantas veces y de tantas formas que
olvidarás cualquier amante que haya pasado por tu cama- metió una de sus manos
entre su ropa y acarició su vientre- Voy a hacer que te derritas Denakis, te lo
prometo… vas a gritar pidiendo que te vuelva a hacer mío una…y otra vez.
-Basta Jason- murmuró
con las manos en su pecho en un amago por separarse de él, pero no le estaban
respondiendo muy bien pues en vez de empujar al moreno estaban acariciando su
pecho por sobre la ropa- Basta…- suplicó al sentir como la mano de Jason subía
hasta sus tetillas.
-¿Por qué?- ahora le
estaba besando el cuello y a Basil simplemente le tembló todo el cuerpo dándole
espacio, incitándolo a que bajara por su pecho. Y Jason lo hizo, le abrió los
botones de la camisa con una facilidad asombrosa y mordisqueó su piel.
-No…- contestó
simplemente y al parecer sin ningún sentido cuando Jason metió la mano en sus
pantalones.
-¿No qué, cachorro? ¿No
quieres que continúe? ¿Quieres que pare?- Basil se mordió el labio manteniendo
los ojos cerrados para no ver el rostro de satisfacción y arrogancia que
seguramente estaba mostrando aquel desgraciado.
-N…no- admitió, no
quería que parara, quería que continuara, quería sentirlo como siempre lo había
deseado. Al diablo con todo, Jason no lo iba a dejar ir y el moría por estar en
sus brazos. Quería pedirle algo, pero no se atrevía, y es que la verdad era que
por simple que pareciera no había nada que le excitara más, no había nada con
lo que fantaseara más que con la idea de tener el cuerpo del perfecto Jason
Lakis sobre el suyo, acariciándolo, besándolo y haciendo lo que quisiera con
él, podía enajenarse solo por tenerlo de esa manera sobre él y es que desde
secundaria siempre había evitado que Jason pudiese estar en aquella posición,
aunque se fueran a los golpes, que no habían sido pocas veces, no había cosa a
la que hubiese temido más que a tener a Jason de esa forma y simplemente
dejarlo hacer lo que quisiera con su persona. Aquello sería verdaderamente
humillante, pero en ese preciso instante no le importaba, no cuando los labios
de Jason mordisqueaban sus tetillas y su camisa había ido a dar al suelo en
algún momento.
-Dime qué quieres,
cachorro- le habló tan suave que creyó que se derretiría, no podía pedírselo, no
podía, tenía que conservar todo el orgullo que pudiese en aquella situación.
-Po…ponte sobre mí-
casi rogó antes de que su cerebro pudiese decirle a su boca que se callara y
Jason le levantó tirándolo en un enorme y cómodo sillón que al parecer el mismo
Jason debía usar para dormir de vez en cuando.
-¿Así?- preguntó con
una sonrisa llena de satisfacción al acomodarse sobre él, con una rodilla entre
las piernas del rubio y antes de que los labios de Basil pudiesen contestar,
Jason pudo sentir como aquel rubio indecente suspiraba poniéndose duro casi al
instante- ¿Te excita estar abajo, cachorro?- le habló inclinándose para
hablarle al oído y Basil gimió solo de sentir su aliento contra su cuello.
-Jason…..Jason…-
susurró abriendo los ojos y al ver al moreno hincado sobre él casi se le
detiene el corazón, la emoción fue tanta que se asustó intentando levantarse
inmediatamente- No puedo con esto ¡Jason, levántate!- exclamó asustado, su
corazón iba tan rápido que parecía que iba a explotar
- ¿No puedes con esto?-
se mofó el moreno tocando su entre pierna haciendo que Basil gimiera fuerte
dejándose caer de nuevo en el sillón- No hay nada que desees más que esto, así
que no me tomes por estúpido, Denakis- Basil soltó un par de lágrimas al desbordar
las emociones que le atacaban en ese momento y mantuvo los ojos cerrados arqueándose
a cada pequeño movimiento que hacia la mano de Jason sobre su entrepierna aún
cubierta por sus pantalones.
-No… no entiendes… no,
Jason, por favor, para… no…- gimió llevándose las manos al rostro- me perderé a
mí mismo así…- Jason no entendía del todo ¿cómo entender las emociones humanas?
Pero se daba una idea de lo que sucedía.
-Entonces piérdete…
vuélvete loco, cachorro. Eso quiero, quiero que te pierdas, que no puedas ver
nada más allá de mí…- Basil gimió curvándose cuando el moreno apretó su erección
sobre la ropa- Soy tu amo ahora, cachorro… vamos… dilo… dilo y te llevaré a la
gloria- sonriendo al notar como Basil podía volverse loco con solo tenerlo
encima, obviamente tenía alguna especie de fetiche con aquella posición- Dilo…-
Basil negó y Jason volvió a acariciarlo- ¿Deseas más? Vamos dilo…- Basil negaba
pero terminó quitándose las manos de la boca para intentar aferrarse a los
bordes del sillón.
-E-eres mi amo… eres mi
amo… Dios… Jason, no me hagas esto…- el deseo y la vergüenza peleaban en su
interior, pero sabía que con tan simples caricias no podría llegar jamás al
orgasmo, pero si permanecer en aquel limbo que amenazaba con volverse más y más
doloroso.
Y aquello fue
suficiente, con aquello Jason tenía suficiente como para aguantar un poco más…
el escuchar aquellas palabras de aquella boquita jadeante fue simplemente
perfecto para aquel moreno bastardo que de alguna manera reunió la fuerza de
voluntad necesaria para renunciar a poseerlo en aquel mismo instante.
-Voy a darte algo muy
bueno, cachorro – le habló abriéndole los pantalones y Basil respiró
agitadamente con la boca seca.
-No te burles, Jason…-
se quejó cerrando los ojos, casi temblando y por primera vez se dio cuenta de
lo verdaderamente asustado que lo ponía encontrarse en aquel estado.
-Shh…esto va a
gustarte- le vio con arrogancia después acercándose a sus labios. Basil pensó
que solo lo había besado una vez, en su despacho, y su corazón se agitó
pensando que volvería a hacerlo pero contrario a lo que pensaba Jason solo se
acercó hasta su oído.
-Tendrás un placer
exclusivo que no le he dado a nadie más, así que más vale que lo disfrutes…
Basil no entendió
inmediatamente a que se refería hasta que sus ojos se abrieron grandemente al
sentir como los labios de Jason le envolvían con la calidez de su boca, y gimió de manera desesperada y vergonzosa
sintiendo que las lágrimas de éxtasis se acumulaban en sus ojos, su cuerpo se
arqueó intentando aguantar, sintiendo que vibraba por completo.
Enredó sus dedos en el
cabello de Jason y lo sintió subir y bajar, chupar, succionar… esa maldita boca
le hizo ver estrellas y sus caderas simplemente la buscaban, no supo cuánto
tiempo duró, pero no debió ser mucho y terminó por venirse en su boca… en
aquella boca que para su sorpresa tragó todo sin quejas.
-Seguiremos con esto
después cachorro, debo irme - Basil escuchó el murmullo en su oído y abrió los
ojos inmediatamente, viendo como Jason se le quitaba de encima haciéndolo
sentir terriblemente vacío. Y después de aquello, simplemente apenas y tocó sus
cabellos saliendo de la habitación sin más… solo eso… solo había jugado con él,
sólo le había llevado al cielo para bajarlo a lo más profundo del infierno y es
que ahí, solo en el sillón de aquel estudio inundado por el aroma de Jason, con
los pantalones abajo y horriblemente cansado por su último orgasmo se sintió
más vacío que nunca y deseó con intensidad poder ser amado… un sueño imposible.
-Muérete…- habló entre
dientes- muérete, Jason Lakis- terminó diciendo en voz alta tapándose los ojos
con uno de sus brazos comenzando un llanto pasito que se volvió un llanto
desesperanzado que gracias a dios ningún empleado podía oír desde afuera. Se
sentía usado, vacío, y terriblemente solo -Eres un maldito infeliz Jason-
murmuró entre lágrimas sabiendo que el único culpable de lo que estaba
sucediendo era él mismo. No volvería a dejarlo, no volvería a dejar que Jason
se burlara de aquella forma, no volvería a entregarse de aquella forma para que
lo botara de nuevo.
Por su lado Jason había
salido del estudio más que satisfecho de haber logrado controlarse de aquella
forma, aunque aún luchaba por no regresar a tomar aquella belleza en sus brazos
y hacerlo suyo hasta cansarse, pero no, se tenía que controlar, había visto a
Basil desde que había llegado a su casa, tenía aún bastante resentidas las
piernas, si le tomaba tendría que obligarse a controlarse y eso parecía casi
imposible- Cuando te tome no podrás levantarte de la cama en varios días,
cachorro- sonrío para sí mismo entrando a su habitación, necesitaba una ducha
de agua fría, una muy, muy fría...
Una semana más, le
daría una semana más a su cachorro. Más valía que sus piernas estuvieran bien
para entonces o no le iba a importar lastimarlo solo por tenerlo, por hundirse
en él y escucharlo gemir como una maldita puta… una que era solo suya…
muchas gracias por publicarlo nuevamente, besos
ResponderEliminarCreo que leería mil veces esta misma historia. Es tan hermosa y bien escrita!
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