domingo, 22 de julio de 2018

+Money - Capítulo 17

Capítulo 17

Dos horas después cuando bajaron de la mano, Theo tenía una enorme sonrisa en los labios mientras Nabil miraba resignado la arrugada ropa que tanto le había constado escoger para dar la mejor primera impresión posible.

-No te quiebres la cabeza pensando en la ropa- Theo le consoló rodeando los pequeños hombros con su abrazo- La primera impresión no es algo que puedas controlar- después de todo seguramente sus papás hacia mucho sabían de Nabil, o al menos su padre debía saberlo.

Nabil suspiró resignado y acurrucó la cabeza contra Theo encontrando consuelo en su cariño.

Un singular porsche azul los esperaba después de aterrizar. El chofer saludó cortésmente a Theo y después les abrió la puerta y les llevó a la mansión. A Nabil le impresionó lo indiferente que aquel sujeto permanecía ante las obvias muestras de afecto que Theo tenía a lo largo del corto viaje de apenas poco más de media hora. Poco sabía Nabil que aquel pobre hombre estaba más que acostumbrado a que el padre de Theo hiciera lo que le diera la gana en la parte de atrás del auto con su pareja desde hacía poco más de veinte años.

La "casa de campo", como Nabil esperaba, estaba lejos de poder ser descrita simplemente como una "casa", a pesar de que Nabil a estas alturas esperaba una impresionante construcción, aun así la belleza de los jardines, la extensión de la tierra y la exquisitez de la preciosa mansión blanca lo dejó impresionado.

Nabil se quedó embobado viendo la preciosa construcción, Theo estaba dando instrucciones al mayordomo que los esperaba sobre dónde llevar las maletas cuando una rica voz le llamó desde la entrada de la mansión.

-¡¡Theo!!- la alegre voz dibujó una sonrisa en los ojos de Theo y giró el rostro al hombre de mediana edad que venía saliendo del edificio. Nabil se quedó quieto observando al apuesto caballero. Era un hombre alto, rubio, de ojos verdes. Debía estar en sus cuarenta aunque era difícil adivinar su edad con un rostro tan atractivo y aquellos ojos tan brillantes y llenos de vida.

-¡Papá!- Theo exclamó alegre y Nabil se atragantó con su propia saliva ¿Papá? ¿Eso quería decir que aquel hombre debía estar rondando los cincuenta años? ¿Era posible verse tan bien? Siempre creyó que esa clase de privilegio solo estaba reservado para las estrellas del cine. Sin embargo... que hombre tan suave y apuesto...

Theo abrazó efusivamente a su papá e incluso lo levantó en el aire mostrando su emoción de verlo.

-¡Deja de hacer eso!- el papá de Theo le regañó y éste lo bajó entre risas.

-¡Aguántate! – reclamó- ¡Hace más de un mes que no te veo!- Theo se quejó- Tu y padre se pudren en dinero, ya dejen de trabajar- renegó. El hombre mayor rodó los ojos.

-Denegado- dijo simplemente y luego volvió la mirada a Nabil.

-Él es...- indagó aunque su rostro decía que ya sabía quién era. Theo asintió indicándole que era quien creía y se adelantó a presentarlos.

-Nabil, el es Basil Denakis, es mi papá. Papá, él es Nabil, es mi amante- lo presentó orgulloso y Basil saludó a su yerno con una enorme sonrisa, parecía que sus dos hijos tenían una debilidad especial por los pelirrojos. Aquel pensamiento no sólo pasó por la cabeza de Basil.

-¿Un amante pelirrojo? Theo, deberías dejar de imitar a tu hermano al menos en esto- un hombre moreno, de aspecto fuerte, cabello oscuro e increíbles ojos grises salió de la casa. Nabil no había soltado palabra desde que aquellas personas comenzaron a aparecer. Simplemente la apariencia de aquel hombre no fue inferior al anterior en absoluto, parecía llevar un aire frío e inalcanzable con él. Nabil estaba simplemente demasiado abrumado. ¿Cómo podía haber gente tan guapa y encima verse tan joven a tal edad?

-Padre, tu sentido del humor es horrible, no digas esas cosas frente a Nabil ¿qué haré si cree que hablas enserio?- reclamó Theo y su padre rodó los ojos.

-¿Qué clase de hombre eres si no puedes hacerte cargo de algo tan sencillo?- preguntó. Theo suspiró y se resignó.

-Nabil, éste es Jason Lakis, mi padre. No escuches mucho de lo que dice, tiene el sentido del humor de una roca y no es divertido para conversar- se quejó. Basil se rió al verlos.

Nabil podría haberse puesto a pensar sobre la relación de padre e hijo, pero no había terminado de digerir el nombre que acababa de escuchar por lo que no pudo ponerse a pensar en nada más.

¡Jason Lakis!

¡El multimillonario! ¡¡El genio entre genios!!

-Señor...- a Nabil se le enredó la lengua- Yo...ah...- tartamudeó, Jason levantó una ceja y Nabil se las arregló para terminar de hablar-. Señor ¡lo admiro tanto!- la emocionada expresión dejó sin habla a los tres presentes. El primero en recuperar su ingenio naturalmente fue Jason.

-Una buena elección – aseguró y sonrió arrogantemente, como solo Jason Lakis podía hacerlo, pero todos podían sentir que este yerno tan particular tenía ya su aprobación.

-Papá, haz algo, padre no puede robarme a mi pareja- Theo se quejó con Basil como un niño pequeño haría.

Basil soltó una risita y le acarició la mejilla.

-Tranquilo bebé, no te van a quitar nada- aunque mientras hablaban Nabil ya seguía a Jason casa adentro hablando de todo lo que admiraba del hombre.

Jason escuchó las alabanzas de Nabil encantado, más que por que le gustara ser alabado porque notaba que la emoción en el pequeño pelirrojo era genuina y más aún, se notaba que sabía de lo que hablaba. Theo se había conseguido un muchachito capaz como pareja. Él sabía de los logros laborales del chiquillo pero escuchándolo hablar podía notar claramente la mente ágil que tenía en materia de programación y tecnología.

Habían entrado al vestíbulo cuando Basil se detuvo y automáticamente Nabil también lo hizo viendo al frente. Una voz gruesa y suave llamó su atención. Él había visto a ambos padres de Theo y no le cabía duda de donde había venido el increíble atractivo de su pareja, pero sencillamente todo el asombro anterior quedó relegado ante la imagen frente a él.

El hombre alto de cabello rubio largo atado en una coleta estaba parado de perfil mientras hablaba por teléfono. Tenía los ojos grises como los de Jason, la nariz recta, la piel perfecta, un rostro tallado por los dioses, hermoso y masculino. Aquel hombre era el primero que Nabil podía decir era un poco más guapo que Theo, algo que hasta ayer no había podido concebir.

-Andreass, cuelga y ven a conocer a tu cuñado- Jason ordenó. Aquel símbolo de perfección se giró a verlo y Nabil ahogó un suspiro. ¡Tan guapo!

Andreas movió su mirada de su padre a Nabil y ladeó el rostro. Se despidió rápidamente en el teléfono y obedientemente colgó. Con una ligera sonrisa se acercó con pasos ligeros a Nabil y le tendió la mano. Al instante su sonrisa se volvió aún más devastadora cuando se presentó.

-Andreas Lakis-Denakis, un placer, ¿cómo es que una cosa tan bonita terminó en las garras de mi hermanito?- preguntó.

-Tuve suerte... ahora deja de tocarlo o llamaré a Gael- contestó Theo que venía entrando.

Andreas miró a su hermano tras Nabil y si la sonrisa que le había dedicado le había parecido a Nabil devastadora, cuando Andreas vio a Theo y sonrió más cálido notó que apenas y había tocado la superficie del encanto de aquel hombre.

Andreas se adelantó a Theo y de un solo movimiento lo abrazó fuerte y lo levantó del suelo cortándole la respiración.

-Pequeño bribón ¿hace cuánto que no te veo? ¿Cómo estás? ¿Qué tal la empresa?- preguntó alegremente, Theo tuvo que golpear su hombro para que lo bajara y lo dejara respirar. Aun así no se veía en absoluto molesto.

Poco después apareció la pareja de Andreas, un precioso pelirrojo lleno de encantadoras pecas y ojos azules llamado Gael Botsari.

En el transcurso del día Nabil fue familiarizándose con aquellas personas. Se la pasaba la mayor parte del tiempo observado. Aunque se acostumbró rápidamente a la belleza de la mayoría gracias a su prolongada exposición a Theo, el atractivo de Andreas era tal que aun costaba observarlo sin quedarse encantado observándolo como memorizando cada parte de él. Simplemente era demasiado guapo, tanto que costaba sentir que era una persona, se sentía más como una especie de ídolo inalcanzable.

Nabil aprendió en poco tiempo que Theo era más afín a Basil, mientras que Andreas era más cercano a Jason, sus personalidades parecían ser mas similares entre sí, lo que les dejaba más temas de conversación en común. Pese a ello tampoco necesitó mucho ingenio para notar que aunque ambos padres se desvivían por sus hijos el favorito de Basil era Andreas mientras que Jason mostraba predilección por Theo. Probablemente por la similitud que aquellos hijos mostraban con sus respectivas parejas.

Gael extendió una mano amiga a Nabil ayudándolo a incluirse y acostumbrarse a la familia. Después de todo él era parte de aquella familia desde hacía mucho años y ya estaba acostumbrado.

Nabil también aprendió que Jason era partidario de los nietos y que Gael había sufrido sus insinuaciones los últimos años sin mucha ayuda de Andreas quien no parecía reacio a la idea y mucho menos a las sugerencias de boda.

-Nabil ¿qué dices tú? ¿Te interesa casarte y tener hijos?- Gael lanzó el problema al campo de Nabil y éste se quedo pasmado ¡su aliado acababa de apuñalarlo por la espalda!

Theo observó interesado a su pareja.

-Si Nabil ¿qué te parece la idea?- al instante toda la familia centró su atención en él y Nabil se sonrojó encogiéndose en su silla.

-Yo...no sé...- respondió sinceramente. El no había pensado en eso pero... de alguna forma no le desagradaba la idea- creo...- miro a Theo y se sintió sumamente avergonzado ante su inquisidora mirada- Bueno...me gustaría...pero es una cuestión de pareja... esas cosas no se pueden forzar- afirmó con poca fuerza hablando cada vez más bajito. Theo sonrió ampliamente ante la respuesta. El cariño con el que Theo lo vio dejó a Nabil prendado de su mirada. En ese momento ni siquiera el impresionante atractivo de Andreas podría distraerlo.

El fin de semana pasó tranquilamente y Nabil descubrió que la familia de Theo no era tan intimidante como había creído, de hecho el conocer a su ídolo era un factor bastante importante en todo aquello. Después de todo Jason Lakis era el principal perro guardián de la familia, si no le agradabas al hombre bien podías despedirte de estar cerca de cualquiera de los miembros de su familia. En este sentido Nabil llevaba un camino bastante suave.

-¿Por qué parece que le agrada más que yo?- Gael se quejó mientras veía a Jason hablar de su último trabajo con Andreas y Nabil.

Theo que les veía desde una mesa de jardín con Gael mientras se bebía una naranjada se rió.

-Calla, yo trabajo de casi lo mismo que ellos y aún así estoy excluido. Además no puedes quejarte, aun eres el pelirrojo favorito de papá- se burló refiriéndose a Basil y Gael sonrió ampliamente.

-Tu papá tiene el mejor gusto- A Gael realmente no le importaba demasiado la atención robada. De hecho estaba bastante satisfecho de que Nabil tuviese distraído al ogro de la casa.

El domingo en la tarde todos se despidieron y Theo llevó a su pequeño amante directo a su casa. Se querían, estaban juntos y nada podría arruinarlo, ya no más. 







hola, este es el último capítulo de esta historia. Hay un epílogo, que estará incluído en la versión impresa en la que estamos trabajando ahora (y que tendrá muchas más imágenes que esta versión online). Esperamos les haya gustado y pronto pondremos información acerca de lo que acabo de mencionar. 

Que tengan un bonito día. Perdonen por la espera, las cosas no estuvieron de nuestro lado.




1 comentario:

  1. Me encanto, muchas gracias por compartirlo, esperando el epílogo, besosss

    ResponderEliminar