viernes, 2 de septiembre de 2016

Por él - Capítulo 7


Capítulo 7
Basil se sonrojó y habría dado casi todo porque se lo tragara la tierra, pero como no era posible solo bajó la mirada avergonzado mientras el staff completo clavaba su vista en él.

Amantes…

Jason realmente lo había dicho; y si lo decía con esa desenvoltura ¿sería posible que intentara que fuera verdad con la misma desenfadada facilidad?

Horas más tarde después de que aquella terrible sesión de fotos terminara y Jidael se marchara no sin antes darle una bofetada y gritarle unas cuantas incoherencias, Basil entraba al estudio de Jason donde éste se había encerrado después de que le tomara unas cuantas fotos con su hijo, fotos que seguramente saldrían preciosas…

Observó a Jason en el estudio, estaban en silencio y aunque sabía que ya había notado su presencia, parecía no estar dispuesto a preguntarle que hacía ahí- Jason, esto no va a funcionar… podríamos… simplemente tener custodia compartida. Sería difícil pero no tan complicado como toda esta farsa, eso es seguro- Jason no pareció prestarle verdadera atención y siguió acomodando sus papeles poniendo algunos en una carpeta, otros en otra. Estaba a punto de ir a ver como andaban las cosas en la oficina, en los últimos días había tenido que ausentarse por las sesiones de fotos y conformarse con trabajar desde casa.

-¿Y olvidar el hecho de que me robaste a mi hijo por cuatro años? Olvídalo, Denakis, las cosas se harán como lo he dicho y más vale que te acostumbres- Basil le vio y frunció el ceño.

-No puedes pensar en serio en que sea tu amante- hasta hace poco no había caído en cuenta de todo lo que aquello implicaba- Jason… tú… querrás estar con alguien… diferente a mi… nosotros no somos compatibles ¿siquiera nos imaginas en la cama?- sabiendo que tocaba suelo peligroso pero tenía que arriesgarse- No puedes pretender en serio que pague con sexo mi pecado- Jason sonrió interiormente, él no había mencionado el sexo pero era más que obvio que iba a exigirlo en cuanto pudiese, o al menos era obvio para ellos. Era curioso, posiblemente alguien más no hubiese siquiera imaginado que pediría esa clase de relación en el trato pero Basil lo conocía bien. Era cierto, en cuanto las piernas de cierto cachorro pudiesen aguantar toda una noche recibiéndolo sin parar, iba a tomarlo sin dudar.

-Sexo, y algunas apariciones públicas para que parezca real, sonrisas frente a mi hijo y por supuesto le dirás lo perfecto que soy a tus ojos al igual que a todo el mundo- Basil le miró como si le estuviesen jugando una broma pesada.

- ¿Y tú que dirás? ¿Que tuviste lástima de este pobre perro faldero y me recogiste junto a mi pobre niño?- Jason le vio. Terminó de acomodar sus documentos, sonrió y caminó hacia él.

-No exactamente, diré que… no sé, me encantas… me fascinas… el tipo de cosas que pueden tomarse como quieran… aunque si quieres puedo decir algo como que eres increíble en la cama- su sonrisa se volvió más cínica, metiendo las manos en los bolsillos- Aunque sea mentira…- dijo más bajo y Basil cayó sin querer en la provocación ante su orgullo herido.

-¿Y quién dice que es mentira? Para tu información Jason Lakis, soy excelente amante- Jason levantó una ceja.

- ¿Un perro callejero como tú? Eso tendría que verlo- Basil se adelantó como si estuviese dispuesto a decirle un par de cosas pero su sentido común reaccionó a tiempo para quedarse callado.

-E…en todo caso eso no es de tu incumbencia…- habló sonrojado de pensar en lo cerca que había estado de decirle al moreno que por él bien podían tener sexo en ese instante y en aquel lugar… había estado a punto de prometerle placeres increíbles…. pero por suerte se había quedado callado…o por desgracia… ya no lo sabía.

-¿No?- Jason se acercó hasta él no queriendo dejar por zanjada la conversación- Serás mi pareja ante el mundo y ya que no pienso vivir en abstinencia ni dejar que mi hijo crea que le soy infiel a su padre, creo que los placeres que podamos compartir en la cama son muy de mi incumbencia… creo que puedo imaginarte en mi cama, a diferencia de ti, tengo una imaginación activa, es la fuente de mi éxito…y no solo en la cama…en el piso, en la ducha… en el balcón- Basil tembló al sentir como Jason se había puesto a jugar con uno de los botones de su camisa, mirándolo a los ojos, casi hechizándolo con aquellas pupilas que no mostraban duda en ningún momento. Atrapándolo- Aquí mismo…- habló bajo y en un susurro.

-Si-siempre puedes tener amantes a escondidas, no es mi problema- Jason lo jaló de la camisa y lo rodeó por la cintura.

-No se me da la gana, no tengo tiempo para andar con juegos tontos ¿para qué buscar más si ya tengo un cachorro que salte cuando se lo ordeno?

-No pienso te-tener sexo contigo Jason- habló con la mayor firmeza que pudo intentando separarse del moreno y este lo atrajo con más fuerza a él, hablándole al oído.

-No tienes opción, cachorro… o tu cuerpo o Andreas… ¿qué escoges?- le acarició la espalda baja mientras le hablaba mordisqueando su oreja entre palabra y palabra- Voy a hacerte el amor Basil… voy a hacerte mío tantas veces y de tantas formas que olvidarás cualquier amante que haya pasado por tu cama- metió una de sus manos entre su ropa y acarició su vientre- Voy a hacer que te derritas Denakis, te lo prometo… vas a gritar pidiendo que te vuelva a hacer mío una…y otra vez.

-Basta Jason- murmuró con las manos en su pecho en un amago por separarse de él, pero no le estaban respondiendo muy bien pues en vez de empujar al moreno estaban acariciando su pecho por sobre la ropa- Basta…- suplicó al sentir como la mano de Jason subía hasta sus tetillas.

-¿Por qué?- ahora le estaba besando el cuello y a Basil simplemente le tembló todo el cuerpo dándole espacio, incitándolo a que bajara por su pecho. Y Jason lo hizo, le abrió los botones de la camisa con una facilidad asombrosa y mordisqueó su piel.

-No…- contestó simplemente y al parecer sin ningún sentido cuando Jason metió la mano en sus pantalones.

-¿No qué, cachorro? ¿No quieres que continúe? ¿Quieres que pare?- Basil se mordió el labio manteniendo los ojos cerrados para no ver el rostro de satisfacción y arrogancia que seguramente estaba mostrando aquel desgraciado.

-N…no- admitió, no quería que parara, quería que continuara, quería sentirlo como siempre lo había deseado. Al diablo con todo, Jason no lo iba a dejar ir y el moría por estar en sus brazos. Quería pedirle algo, pero no se atrevía, y es que la verdad era que por simple que pareciera no había nada que le excitara más, no había nada con lo que fantaseara más que con la idea de tener el cuerpo del perfecto Jason Lakis sobre el suyo, acariciándolo, besándolo y haciendo lo que quisiera con él, podía enajenarse solo por tenerlo de esa manera sobre él y es que desde secundaria siempre había evitado que Jason pudiese estar en aquella posición, aunque se fueran a los golpes, que no habían sido pocas veces, no había cosa a la que hubiese temido más que a tener a Jason de esa forma y simplemente dejarlo hacer lo que quisiera con su persona. Aquello sería verdaderamente humillante, pero en ese preciso instante no le importaba, no cuando los labios de Jason mordisqueaban sus tetillas y su camisa había ido a dar al suelo en algún momento.

-Dime qué quieres, cachorro- le habló tan suave que creyó que se derretiría, no podía pedírselo, no podía, tenía que conservar todo el orgullo que pudiese en aquella situación.

-Po…ponte sobre mí- casi rogó antes de que su cerebro pudiese decirle a su boca que se callara y Jason le levantó tirándolo en un enorme y cómodo sillón que al parecer el mismo Jason debía usar para dormir de vez en cuando.

-¿Así?- preguntó con una sonrisa llena de satisfacción al acomodarse sobre él, con una rodilla entre las piernas del rubio y antes de que los labios de Basil pudiesen contestar, Jason pudo sentir como aquel rubio indecente suspiraba poniéndose duro casi al instante- ¿Te excita estar abajo, cachorro?- le habló inclinándose para hablarle al oído y Basil gimió solo de sentir su aliento contra su cuello.

-Jason…..Jason…- susurró abriendo los ojos y al ver al moreno hincado sobre él casi se le detiene el corazón, la emoción fue tanta que se asustó intentando levantarse inmediatamente- No puedo con esto ¡Jason, levántate!- exclamó asustado, su corazón iba tan rápido que parecía que iba a explotar

- ¿No puedes con esto?- se mofó el moreno tocando su entre pierna haciendo que Basil gimiera fuerte dejándose caer de nuevo en el sillón- No hay nada que desees más que esto, así que no me tomes por estúpido, Denakis- Basil soltó un par de lágrimas al desbordar las emociones que le atacaban en ese momento y mantuvo los ojos cerrados arqueándose a cada pequeño movimiento que hacia la mano de Jason sobre su entrepierna aún cubierta por sus pantalones.

-No… no entiendes… no, Jason, por favor, para… no…- gimió llevándose las manos al rostro- me perderé a mí mismo así…- Jason no entendía del todo ¿cómo entender las emociones humanas? Pero se daba una idea de lo que sucedía.

-Entonces piérdete… vuélvete loco, cachorro. Eso quiero, quiero que te pierdas, que no puedas ver nada más allá de mí…- Basil gimió curvándose cuando el moreno apretó su erección sobre la ropa- Soy tu amo ahora, cachorro… vamos… dilo… dilo y te llevaré a la gloria- sonriendo al notar como Basil podía volverse loco con solo tenerlo encima, obviamente tenía alguna especie de fetiche con aquella posición- Dilo…- Basil negó y Jason volvió a acariciarlo- ¿Deseas más? Vamos dilo…- Basil negaba pero terminó quitándose las manos de la boca para intentar aferrarse a los bordes del sillón.

-E-eres mi amo… eres mi amo… Dios… Jason, no me hagas esto…- el deseo y la vergüenza peleaban en su interior, pero sabía que con tan simples caricias no podría llegar jamás al orgasmo, pero si permanecer en aquel limbo que amenazaba con volverse más y más doloroso.

Y aquello fue suficiente, con aquello Jason tenía suficiente como para aguantar un poco más… el escuchar aquellas palabras de aquella boquita jadeante fue simplemente perfecto para aquel moreno bastardo que de alguna manera reunió la fuerza de voluntad necesaria para renunciar a poseerlo en aquel mismo instante.

-Voy a darte algo muy bueno, cachorro – le habló abriéndole los pantalones y Basil respiró agitadamente con la boca seca.

-No te burles, Jason…- se quejó cerrando los ojos, casi temblando y por primera vez se dio cuenta de lo verdaderamente asustado que lo ponía encontrarse en aquel estado.

-Shh…esto va a gustarte- le vio con arrogancia después acercándose a sus labios. Basil pensó que solo lo había besado una vez, en su despacho, y su corazón se agitó pensando que volvería a hacerlo pero contrario a lo que pensaba Jason solo se acercó hasta su oído.

-Tendrás un placer exclusivo que no le he dado a nadie más, así que más vale que lo disfrutes…

Basil no entendió inmediatamente a que se refería hasta que sus ojos se abrieron grandemente al sentir como los labios de Jason le envolvían con la calidez de su boca, y  gimió de manera desesperada y vergonzosa sintiendo que las lágrimas de éxtasis se acumulaban en sus ojos, su cuerpo se arqueó intentando aguantar, sintiendo que vibraba por completo.

Enredó sus dedos en el cabello de Jason y lo sintió subir y bajar, chupar, succionar… esa maldita boca le hizo ver estrellas y sus caderas simplemente la buscaban, no supo cuánto tiempo duró, pero no debió ser mucho y terminó por venirse en su boca… en aquella boca que para su sorpresa tragó todo sin quejas.

-Seguiremos con esto después cachorro, debo irme - Basil escuchó el murmullo en su oído y abrió los ojos inmediatamente, viendo como Jason se le quitaba de encima haciéndolo sentir terriblemente vacío. Y después de aquello, simplemente apenas y tocó sus cabellos saliendo de la habitación sin más… solo eso… solo había jugado con él, sólo le había llevado al cielo para bajarlo a lo más profundo del infierno y es que ahí, solo en el sillón de aquel estudio inundado por el aroma de Jason, con los pantalones abajo y horriblemente cansado por su último orgasmo se sintió más vacío que nunca y deseó con intensidad poder ser amado… un sueño imposible.

-Muérete…- habló entre dientes- muérete, Jason Lakis- terminó diciendo en voz alta tapándose los ojos con uno de sus brazos comenzando un llanto pasito que se volvió un llanto desesperanzado que gracias a dios ningún empleado podía oír desde afuera. Se sentía usado, vacío, y terriblemente solo -Eres un maldito infeliz Jason- murmuró entre lágrimas sabiendo que el único culpable de lo que estaba sucediendo era él mismo. No volvería a dejarlo, no volvería a dejar que Jason se burlara de aquella forma, no volvería a entregarse de aquella forma para que lo botara de nuevo.

Por su lado Jason había salido del estudio más que satisfecho de haber logrado controlarse de aquella forma, aunque aún luchaba por no regresar a tomar aquella belleza en sus brazos y hacerlo suyo hasta cansarse, pero no, se tenía que controlar, había visto a Basil desde que había llegado a su casa, tenía aún bastante resentidas las piernas, si le tomaba tendría que obligarse a controlarse y eso parecía casi imposible- Cuando te tome no podrás levantarte de la cama en varios días, cachorro- sonrío para sí mismo entrando a su habitación, necesitaba una ducha de agua fría, una muy, muy fría...

Una semana más, le daría una semana más a su cachorro. Más valía que sus piernas estuvieran bien para entonces o no le iba a importar lastimarlo solo por tenerlo, por hundirse en él y escucharlo gemir como una maldita puta… una que era solo suya…


Destrozaría al pobre infeliz que intentara siquiera tocar uno de aquellos cabellos rubios. Porque nadie… nadie tocaba sin castigo lo que era de su propiedad…

2 comentarios:

  1. muchas gracias por publicarlo nuevamente, besos

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  2. Creo que leería mil veces esta misma historia. Es tan hermosa y bien escrita!

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