martes, 30 de agosto de 2016

Por él - Capítulo 6


Capítulo 6
Andreas había visto aquel tipo de escenas con Niki y Mark, no era idiota.

-Pa… papi…- habló extrañado y Basil se separó inmediatamente de Jason completamente rojo de vergüenza.

-¿Si? ¿Qué pasa peque?- preguntó acomodándose el cabello por mero nerviosismo.

-El equipo ya llegó… Mimi me pidió que te avisada… que … qué estaban haciendo?

-Estaba intentando robarte a tu papá, enano- Jason sonrió con suficiencia y Andreas frunció el ceño, Basil estaba a punto de decir alguna cosa pero Jason agregó- Pero no se puede, así que ¿qué tal si me gano el derecho de que lo compartas conmigo?- Andreas le miró como esperando qué le proponía el otro y Jason sonrió ampliamente- Tengamos un juego antes de que inicie la sesión de fotos ¿qué te parece?- los ojos de Andreas se iluminaron de emoción- Si gano, entonces tendrás que escuchar mi propuesta. Acércate, tu papá tiene que arreglar algunas cosas y yo he trabajado en una nueva plataforma de juego portátil- Andreas miró a su papá como pidiendo permiso y Basil solo le sonrío asintiendo, el pequeño corrió lo más que le dieron sus pequeñas piernitas hacia su padre biológico con una sonrisa de marca Lakis por excelencia y a Basil se le oprimió el pecho al ver como salían por una puerta de cristal que daba al jardín.

Después de eso tuvo que ir donde Mimi y explorar la casa decidiendo dónde sería mejor tomar cada fotografía, le avisó a su jefe de la noticia y éste le dijo que como estaba seguro que lo lograría ya había avisado a la rica y caprichosa niña estrella  para que se presentara a las diez de la mañana en la mansión. Basil no pudo sino suspirar e intentar por todos los medios evadir las miles de preguntas de Mimi acerca de aquella extraña situación.

Por su parte Jason no había tardado en derrotar a Andreas sin mucha consideración, le gustaba el carácter de su hijo, tenía mucho de Basil pero era sin duda su sangre la que corría por sus venas.

-Parece que te he derrotado otra vez- le habló sin tanta altanería mientras el niño permanecía callado- Eres demasiado bueno para tu edad, enano- le habló y esto pareció hacer que el brillo regresara de nuevo a aquellos ojos y es que Andreas realmente admiraba a Jason, más que aborrecerlo por derrotarlo de aquella manera le admiraba, le respetaba y apreciaba por tomarle en serio y no tratarlo como un niño como hacía el resto. No, Jason Lakis no lo trataba como los demás, él no lo subestimaba- Me gustas para hijo- le habló y el niño le vio de mala forma. Jason río- Es en serio, me gusta tu papá y siempre que quiero algo lo consigo.

-Mi papi no es una cosa- le habló enfadado y Jason le miró como si pudiese traspasarle el alma.

- ¿De qué hablas, enano? – Le habló y Andreas creyó saber lo que Jason iba a decirle- No me digas que tu no piensas en él como “tuyo”, MI papi, mío… es agradable decirlo ¿verdad? No quiero quitártelo, pero también quiero decirlo… mío- Andreas bajó la cabecita avergonzado de sus propios pensamientos, tan descubiertos ante el mayor- ¿Puedes compartirlo conmigo? A cambio yo podría ser tuyo…- Andreas le observó extrañado, sin entender- Nunca había querido ser padre, pero tú me gustas y me gustas mucho- Andreas le siguió viendo como si no entendiera del todo y le costó articular las palabras.

-Tú…- tuteándolo por primera vez- Tú… ¿quieres ser mi padre?- le preguntó pasando duro y Jason le sonrió como solo había sonreído a su molesto pero único familiar que no se apartaba de su lado a pesar de todo: su tío.

-Así es… no tengo hermanos y mis padres hace mucho que viven fuera del país, por eso…- en ese momento se sintió muy extraño, como si quisiera decirle tantas cosas al pequeño y al mismo tiempo teniendo que callar otras tantas para que no sonase raro o extraño, es decir, más de lo que ya sonaba todo aquello- Hay algo en ti, pequeño… me gustas tanto como tu papá, pero de diferente forma… me gustaría darte tantas cosas… eres un niño tan inteligente- le acarició el cabello observándolo como si viera la joya más preciada del mundo y Andreas se sonrojó ante aquella mirada llena de apreciación, ante aquellos ojos que lo escudriñaban sin encontrarle defecto y se sintió importante- Eres un niño único… y si compartes a tu papá conmigo… me encantaría… poder ser tu padre… tu otro padre… darte todo cuanto tengo…- Andreas jamás se había sentido tan importante con otro que no fuera su papi y sin saber porqué asintió con las mejillas sonrojadas bajando su cabecita, jugando con sus manitas y a Jason se le figuró ver a un ángel… pero su hijo no era un ángel, era algo más perfecto que eso…

Pasaron los minutos y para cuando Jason regresó traía a Andreas en hombros, confiado y aferrado a él. Basil le vio y se sintió derrotado, al menos hasta que Andreas bajó de los hombros del moreno corriendo hasta él, abrazándolo por la pierna- Papi, el señor Jason va a ser mi nuevo papá- No era una pregunta, era una afirmación y Basil levantó los ojos abiertos de par en par hacia Jason preguntándose qué clase de cosas le habría contado.

-Ah, los niños son tan imaginativos- aquella fue una voz femenina y Andreas frunció el ceño viendo a una joven bonita pero que le desagradó al instante ¿quién era esa?- Mucho gusto señor Jason, soy Jidael Blazon, trabajaremos juntos en este calendario, espero no ser una molestia, le agradezco el haber aceptado trabajar en conjunto- le sonrió y Jason se sintió fastidiado ante tanta falsa dulzura y notó de reojo el rostro nada contento de su hijo.

-¿A mí? Yo solo he aceptado por que alguien me lo ha pedido, debería agradecérselo a esa persona, con permiso. Basil ¿qué se supone tengo que hacer?- habló acercándose hacia el rubio, fastidiado de tener que llamarle por su nombre. Estaba acostumbrado a “Denakis” y en su mayoría de las veces “perro” pero para ser honestos, cachorro era la forma que más le gustaba.

-Ah…- Entre la muchacha, Jason y su hijo se descolocó y cuando por fin se concentró le sonrío a su peque diciéndole que fuera con Mimi para luego dirigirse a Jason- Primero ve con maquillaje, necesitarás de uno especial porque las primeras fotos las tomaremos de ustedes por separado- hablándole a la muchacha también –Las tomaremos en el baño y después comenzaremos las fotos en conjunto en la recámara… vestíbulo… estudio…- vio que Jason fruncía el ceño y lo entendió al momento- Quiero decir cocina y jardín- vio que Jason parecía satisfecho y se preguntó porque no quería que irrumpieran en su estudio ¿no había dicho acaso que podía tomar fotos en cualquier lugar de la casa? Sabía que podría haber ejercido ese derecho, pero… pero había cambiado el lugar sin pensar al ver su rostro… no quería molestarlo… y eso comenzaba a asustarle, nunca había sido un secreto para sí mismo la increíble intensidad de sus sentimientos por Jason Lakis… pero jamás se había sentido dominado hasta el punto de la inconsciencia.

Como había dicho, iniciaron con las fotos de prueba de la sesión en el baño, con la niña caprichosa hubo un par de problemas con el vestuario pues o estaba muy vestida o muy descubierta, lo cual a Basil ya le estaba provocando dolor de cabeza porque no estaba siguiendo ninguna de sus indicaciones mientras que con Jason lo único que tuvo que aguantar fue que la boca se le secara al verle sacarse la ropa. El maldito infeliz… ojalá hubiese sido un maldito palillo sin gracia, pero no… cada uno de sus músculos estaban finamente definidos y suavemente marcados donde se supone debían estar.

Sabía que estaba fascinado y pensó que posiblemente, solo posiblemente, su fascinación por el cuerpo de Jason Lakis se debía solo a su instinto de fotógrafo, pensó que tal vez eso era lo que le cegaba haciendo que su corazón latiera desbocado en su pecho, pero cuando Jason caminó con aquel andar seguro y elegante metiéndose a la tina con solo los pantalones y echó la cabeza atrás sacando un pequeño gemido que Basil creyó suyo, entonces, solo entonces lo supo, no solo él lo estaba observando; el staff completo lo estaba observando y no precisamente con ojos profesionales.

Aquello era una locura, ese era su equipo de siempre, ellos habían trabajado con modelos mucho más atractivos que Jason Lakis, o por lo menos igual o muy cercanamente atractivos. Lo observó y vio como Jason se mojaba un poco el cabello como le había indicado, lo sacudió y después volvió a echarlo atrás dejando ambos pies fuera del agua en una pose desenfadada y sexy, solo entonces notó que era posible que hubiese trabajado con muchos modelos, pero simplemente ninguno era Jason. Ninguno tenía aquella seguridad, aquel porte, aquella endemoniada manera de mirar, de traspasarte el alma…

En el agua Jason se sintió incómodo con los pantalones aún puestos, pero sonrió con cinismo al ver cómo su cachorro se había perdido en las formas de su cuerpo, sabía perfectamente el efecto que causaba en las mujeres, pero el ver que la reacción era exactamente la misma con su Basil le complació sobremanera, sabía que más gente lo miraba pero él solo tenía la vista clavada en el rubio.

-¿Piensas comenzar?- le provocó ladeando la cabeza, sacando al rubio de su trance, haciendo que igualmente todo el staff apartara la mirada comenzando con su trabajo.

Aquellas fotos fueron una tortura para Basil, como fotógrafo quería tomar todas las fotos posibles, Jason era el modelo perfecto, sexy, bello, seguro e increíblemente sensual… tanto como para no querer compartir aquella imagen con el mundo. Para cuando por fin terminaron, Basil había decidido para su vergüenza que se quedaría con más de la mitad de las fotos que había tomado para sí mismo.

Tenían que cambiar de habitación y había que mover todo el equipo, él podía pasar todo el día haciendo aquello pero comenzaba a notar como Jason dirigía su mirada al reloj de vez en vez, estaba agachado después de la última foto y al intentar levantarse para anunciar que la sesión de fotos se terminaba por ese día, sintió un dolor agudo atravesándole las piernas. Era increíble, se había olvidado por completo del estado en que estaban, aunque le habían molestado durante las interminables fotos de Jidael, lo había olvidado por completo en las de Jason- Por Dios….- suspiró masajeando un poco sus extremidades ya levantado, en verdad era un caso sin remedio, después de todo ¿aquello era normal? ¿Podía alguien sentirse como él se sentía en presencia del que le había casi molido las piernas? No… definitivamente no era normal- Por hoy termina la sesión, muchas gracias por su trabajo- habló con los ojos cerrados sin dejar de tallarse, y no notó que Jidael se acercaba a él hasta que estuvo bastante cerca.

-Aún no se me ha tomado ninguna foto conjunta… -reclamó cruzándose de brazos y Basil contó hasta tres antes de abrir los ojos. Debía tratarla bien, debía tratarla bien… - Tenía pensado seguir con la sesión pero creí que usted no lo permitiría- la muchacha le vio desconcertada.

- ¿Po… por qué no iba a querer?- preguntó con cierta precaución y Basil le sonrío angelicalmente.

-Perdone mi atrevimiento, solo que... bueno, el señor Lakis tiene un horario bastante ajustado… - habló masajeándose el cuello- Aunque no creo que se niegue a seguir con la sesión si usted insiste- la joven se sonrojó y negó con las manos.

-Oh, no… tiene razón, no quisiera molestarle… - después sonrío para sus adentros, de cualquier forma si detenían la sesión ahora, habría más días de trabajo y más oportunidades para ella de conocer aquella mansión y a su apetecible y acaudalado dueño.

-Entonces muchas gracias por su trabajo, la veré mañana a la misma hora- habló Basil y se movió a alguna otra parte lejos de ella, en alguna parte de su vida recordaba haber sido un fanático de las chicas bellas pero conforme pasaba el tiempo aquel gusto fue cambiando por un fastidio casi irrazonable, probablemente un fastidio que tenía mucho que ver con una chica hermosa en especifico: Anna Circe.

Basil levantó la vista y vio a Jason mirándolo desde la puerta, seguía mojado y solo con los pantalones. Sabía que debía ignorarlo, ver a otro lado, pero simplemente no pudo quitarle la mirada de encima, Jason lo notó y sonrió con suficiencia, su mirada le pareció a Basil aún más intensa que antes y su corazón se aceleró haciendo que frunciese el ceño, lo cual pareció no más que divertir a Jason, que salió de la habitación con una sonrisa llena de complacencia y dejándolo a él con un bufido de exasperación para consigo mismo.

Girándose para darle la espalda a la puerta por la que había salido antes el millonario se encontró de frente con Mimi que le miraba acusadoramente- Ahí hay algo, no me mientas Basil- Basil sólo suspiró.

-El señor Lakis y yo tenemos una relación meramente profesional, Mimi- se adelantó a explicar y ella se rió. Sospechaba que sonaba raro al decir “Señor Lakis”, por Dios tenían la misma edad y en su vida se había referido a él con semejante “formalidad”, jodido bastardo, maldito fuera.

-Sí, claro. Y los perros y los gatos son amantes uno del otro – habló con burla y Basil pensó que al menos un cachorro si lo era de un elegante gato, se quedó paralizado un momento… ¿por qué carajo se había comparado con un perro? ¡Con un demonio! ¡Jason lo tenía harto!

Después de aquello un par de días pasaron. Para Basil aquello se volvió algo realmente insoportable, Jidael obviamente se había puesto una meta demasiado alta para sí misma, y eso realmente no sería tan malo de no ser porque su hijo estaba junto a él en las sesiones y parecía odiar cada vez más a la chica.

-¡Ya suéltalo!- después de tres días de sesiones, ya en el último día de aquel trabajo, finalmente Andreas explotó, más de uno no pudo disimular su asombro, Andreas acompañaba a su papá desde que era un bebé al trabajo y siempre había sido un niño demasiado tranquilo, inteligente y perspicaz, pero ahí estaba, explotando por que aquella chica se había pegado de más a Jason para la última fotografía.

-Denakis- la chica le habló a Basil, en aquellos días había comenzado a hablarle por su apellido, más que con respeto lo hacía con superioridad y él había preferido ignorar el hecho- ¿Podría llevarse a su hijo? Va a arruinar las fotos- exclamó con fastidio viendo al niño despectivamente, Andreas por su lado no lograba calmarse, jamás se había sentido tan molesto, pero es que Jason le había prometido ser su nuevo papá, ser suyo a cambio de compartir a su papi, entonces ¿por qué aquella chica se le pegaba tanto? Mark y Niki solo se tocaban así entre ellos. Así debía ser ¿verdad? ¿Le había mentido? ¿Lo había engañado por ser un niño?

-El niño se queda – y para sorpresa de todos fue Jason el que habló levantándose de donde estaba, caminando hacia el pequeño, Basil lo observó y se le encogió el corazón al ver cómo le acariciaba el cabello y le sonreía a su hijo haciendo que éste calmara su expresión inmediatamente- Ya hemos tenido bastantes fotos juntos, termina de tomarle las fotos a ella sola para su calendario, yo me tomaré las últimas con Andreas para el mío- Basil sólo asintió, era cierto, aunque ambos calendarios iban a tener algunas fotos de ellos juntos, tendrían también bastantes de ellos por separado.

-Jason, no puede estar hablando en serio. Ya se preparó todo para estas fotos- refiriéndose al escenario que el equipo había arreglado para aquellas últimas- No puede desperdiciar su trabajo solo por ese niño- Estaba molesta, fastidiada y con ganas de deshacerse de Andreas, aunque el pequeño rubio se abrazó a su “nuevo papá” sonriendo triunfante, una sonrisa totalmente Lakis que descolocó por completo a la muchacha, hasta verlos juntos no había notado a qué extremo aquellos dos se parecían.

-¿Solo este niño?- Jason rió por lo bajo, levantando después la mirada, clavándola en la chica - Este pequeño ahora es mi hijo… - lo cual avivó más aún el orgullo en la expresión de Andreas -Oh ¿acaso no lo sabía? Basil Denakis es mi amante.

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